El agente causal es un protozoario: Nosema apisZ. que afecta el aparato digestivo de las obreras, zánganos y de la reina. El esporo de N.apis es ingerido con el alimento y destruye las células epiteliales encargadas de la digestión y asimilación, de tal manera que no se aprovecha convenientemente el alimento ingerido.
Efectos nocivos sobre las abejas:
- Altera el metabolismo: hay menor digestión de las proteínas (polen), disminuyen así las energías (sustancias de reserva) y se reduce su longevidad.
- Se produce atrofia de las glándulas hipofaríngeas, que degeneran y atrofian prematuramente.
- Sobre la reina: se atrofian las ovariolas hasta producir esterilidad (recambio frecuente de la reina).
- Anemia: se manifiesta como una parálisis, al no tener fuerza para mover las alas y volar.
- Pérdida de abejas adultas, principalmente a la salida del invierno y principios de primavera (las abejas del invierno no pudieron acopiar reservas en su cuerpo)
- La producción de miel disminuye en un 25%
- El consumo de miel durante la invernada es mayor (hasta un 50%)
- La producción de jalea real es nula (no se incorporan proteínas - atrofia de las glándulas hipofaríngeas) por consiguiente no pueden producirse reinas de buena calidad ni larvas saludables. Consecuentemente se debilita la colmena, disminuye la postura y la colonia reemplaza la reina.
Estudios realizados en La Plata (Departamento de Granja-MAA-Bs.As.) muestran que existen meses en el año en que la esporulación es mayor. La curva muestra que para las condiciones climáticas de esa ciudad la mayor esporulación de N.apis se da durante los meses de Septiembre-Octubre y Noviembre. Teniendo en cuenta este comportamiento y luego de un análisis de laboratorio, se toma la decisión con respecto a la utilización de productos químicos.
En el mercado puede disponerse de fumagilina con el nombre comercial Fumagilina B y con otro principio activo el colmesan ph.
En cualquiera de los casos deben respetarse los tiempos desde la ultima aplicación hasta la cosecha para evitar problemas de contaminación de los productos de la colmena.
La fumagilina puede suministrarse en forma de jarabe o de "torta".
El jarabe debe preparase y usarse en el momento:
- Preparar 24 litros de jarabe utilizando dos partes de miel y una parte de
- agua (jarabe de otoño)
- Disolver el envase de 25gr. de Fugiprin "b" en medio litro de jarabe
- La temperatura del jarabe no debe ser superior a 30 grados.
- Incorporar el producto disuelto al resto del jarabe
- Se debe administrar un litro del jarabe por colmena tres veces a intervalos de 7 días
En torta candy:
- Mezclar bien 25 gr. de Fugiprin "b" con 2400gr. De azúcar impalpable
- Incorporar miel para unir el polvo y adquiera una consistencia semidura
- Dividir el total de la masa en 24 partes (120gr. Cada una)
- Colocar cada una sobre papel, introducirlo por la piquera o colocar sobre los cabezales de los marcos con cría.
- Desinfección del material usado con ácido acético glaciar 80%, utilizando 200cc por m3. Se ubican en una pieza cerrada pilas de 6 a 7 alzas, se humedecen paños con la solución de ácido acético y se esparcen en la habitación para que se evapore. Deben tomarse precauciones porque el ácido acético es cáustico y daña la piel. El periodo de desinfección dura 7 días, luego se ventila el material como mínimo durante 48 horas antes de usarse en el campo.
- Cambiar el 33% de los cuadros de la cámara de cría por año para disminuir la contaminación interna)
- Evitar el exceso de humedad dentro de la colmena, como así también los lugares húmedos para la instalación del colmenar
- Invernar con buena reserva de miel y polen
- Tener colmenas con buena población y parejas durante todo el año
- Realizar cambio de reina cada dos años
- Realizar por lo menos una vez al año (otoño o primavera) un muestreo de abejas del colmenar para su análisis en laboratorio.
CICLO DE VIDA
Como se mencionó anteriormente el principal efecto del protozoario es causado a nivel de intestino, donde el parásito provoca seria destrucción celular con la consiguiente pérdida de la capacidad de absorción y de secreción.
Al alterarse dichos procesos básicos en el metabolismo de los nutrientes, se desencadenan una serie de trastornos metabólicos los cuales derivan en los signos clínicos.
Dentro de éstos encontramos :
- Muerte prematura de abejas, incapacidad para el vuelo, temblores de alas, movimientos espasmódicos causados por la inanición.
- Desarrollo deficiente de glándulas
- Aumento del consumo, con una digestión disminuida.
- Repleción de intestino y ampolla rectal, aumento de peso, compresión de sacos aéreos
- Defecación en un período avanzado de la enfermedad. Heces claras en bordes externos de la celdas, marrón claro y amarillo en la piquera: enfermedad avanzada.
- No es signo patognomonico.
- Disminución de vida media de las abejas, por disminución de reservas, carencia proteica
- Escasa actividad de vuelo
- Deficiente atención a la cría
- Abejas volando aisladamente en invierno
- Desarrollo atrasado de la colonia, principalmente en primavera.
- Muerte de abejas adultas
- Debilitamiento de la colmena
La curva de desarrollo de la colmena y del parásito tienen cursos paralelos. CURSO Y DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD
En primavera al empezar la cría, sobreviene una multiplicación del parásito, que ante determinadas circunstancias, se produce un estado de equilibrio entre el huésped y el parásito. NOSEMOSIS LATENTE.
En verano disminuye o se diluyen los esporos infectantes, llegando a bajar la infección.
Ante determinadas condiciones de stress, manejo, clima o estado interno de la colmena, algunas colmenas aparentemente sanas en invierno, enferman en primavera, podrían existir fases del parásito en reposo invernal. Cuando el mal tiempo se prolonga al inicio de la primavera, provocando que las abejas del invierno retrasan sus labores de recolección, se provoca un cuadro agudo con debilitamiento de la colmena.
Esta enfermedad a la que se hace mención, involucra desde una disminución en la producción (en la mayoría de los casos inadvertida por el productor) hasta la aparición de signos clínicos.
Existe una relación inversa entre la abundancia de néctar y polen y la nosemosis.
Dependiente de varios factores: Humedad, corrientes de aire, reposo invernal, ausencia de reina
DIAGNÓSTICO Clínico: Intestinos de abejas afectadas: blanquecinos, hinchados, flácidos, deformadosSIGNOS CLINICOS
Laboratorio: Macerado de intestinos de abejas, recuento de esporos en microscopio.
Determinación del grado de infección.
Estudios realizados en La Plata (Departamento de Granja-MAA-Bs.As.) muestran que existen meses en el año en que la esporulación es mayor. La curva muestra que para las condiciones climáticas de esa ciudad la mayor esporulación de N.apis se da durante los meses de Septiembre-Octubre y Noviembre. Teniendo en cuenta este comportamiento y luego de un análisis de laboratorio, se toma la decisión con respecto a la utilización de productos químicos.
Diferente pronóstico para la determinación de esporos en primavera o a fin de verano, donde las abejas ya van a entrar en reposo.
TRATAMIENTO: Principio activo: Fumagilina
Vías de administración: Jarabe: Debe preparase y usarse en el momento
- Preparar 24 litros de jarabe utilizando dos partes de miel y una parte de agua (jarabe de otoño)
- Disolver el envase de 25gr. de fugiprin "b" en medio litro de jarabe
- La temperatura del jarabe no debe ser superior a 30 grados.
- Incorporar el producto disuelto al resto del jarabe
- Se debe administrar un litro del jarabe por colmena tres veces a intervalos de 7 días
- Para el tratamiento de primavera se procede de igual manera, sólo que el jarabe a utilizar deberá ser de una parte de azúcar y una de agua.
- Mezclar bien 25 gr. de fugiprin "b" con 2400gr. De azúcar impalpable
- Incorporar miel para unir el polvo y adquiera una consistencia semidura
- Dividir el total de la masa en 24 partes (120gr. Cada una)
- Colocar cada una sobre papel, introducirlo por la piquera o colocar sobre los cabezales de los marcos con cría.
- Evitar el exceso de humedad dentro de la colmena, como así también los lugares húmedos para la instalación del colmenar
- Invernar con buena reserva de miel y polen
- Tener colmenas con buena población y parejas durante todo el año
- Realizar cambio de reina cada dos años
- Realizar por lo menos una vez al año (otoño o primavera) un muestreo de abejas del colmenar para su análisis en laboratorio.
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