21 enero 2011

Las abejas – sociedad perfecta

¿LA SOCIEDAD PERFECTA?
Aparentemente, la sociedad de las abejas sería una sociedad perfecta. Aceptemos que así sea y analicemos por qué ello es posible.
Todas las abejas parecen entenderse entre sí y cada una desempeña un rol específico sin que éstos se superpongan, de modo que del trabajo conjunto se deriva una vida armónica para la colonia.
Llaman también la atención la especialización del trabajo y la perfecta limitación de los roles y responsabilidades de cada una. Por otra parte, todas parecen sentirse tranquilas, porque poseen un perfecto sistema de defensa frente a agresiones externas.
Desde el punto de vista biológico, llama la atención la perfección de sus sistemas de comunicación, en que la información rápidamente alcanza una total cobertura y el mensaje tiene para todas un mismo significado.
Tienen un sistema de comunicación perfecta a través de feromonas, y un eficiente sistema de defensa de la comunidad frente a cualquier agresor. Una abeja, al picar al agresor, se sacrifica y debe morir, pero junto con eso libera una feromona que estimula la agresividad de toda la colonia que sale a la defensa. Tal vez la característica más importante y que da mayor estabilidad a esta sociedad es la jerarquización de las estructuras, junto a la división del trabajo, con roles perfectamente definidos.
En ellas se desdibuja el individuo, para tomar importancia la sociedad como un todo. Se ven incluso altruismos supremos que llevan hasta la muerte individual en beneficio de toda la sociedad.
Lo que llama la atención es que las colonias no son pequeñas y tienen por lo general miles de individuos.
Las abejas: ¿sociedad perfecta?Sobre las abejas encontramos un texto de Dídimo de Alejandría, (autor de las Geórgicas Suda, en 15 libros. Vivió a finales del siglo IV o comienzos del V. Posiblemente fue también médico ya que se le cita en el siglo VI por los médicos Alejandro de Tralles y Aecio, los que le atribuyen la autoría de otra obra llamada Octátomo o Libro de los ocho tomos), que las describe en un decálogo de la siguiente forma:
  1. La abeja es el más sabio e industrioso de todos los animales, muy cercano al hombre por su entendimiento; y lo elaborado por ella es en verdad divino y sumamente útil para los hombres.
  2. Incluso la organización política de este animal se asemeja a las ciudades regidas por las mejores leyes.
  3. Pues lleva a cabo sus salidas bajo la dirección de un jefe y siguiendo un orden; y acarreando de las flores y los árboles las savias más viscosas, embadurnan con ellas como con ungüento el suelo y las entradas, dedicándose unas a la miel y otras colaborando en cualquier otra tarea.
  4. El animal es también limpio hasta la exageración y no se acerca a ninguna sustancia maloliente ni sucia; no es glotón y no acude a la carne ni a a la sangre ni a materia grasa alguna, sino solamente a lo que tiene un jugo dulce.
  5. Tampoco estropea el trabajo de otros, rechazando no obstante con energía a los que se aplican a estropear el suyo.
  6. Consciente de su debilidad, construye los accesos a su casa angostos y con un trazado tortuoso. Así pues, a los que entran para hacer daño los rodean entre varias y los matan con facilidad.
  7. A este animal le fascina también la bella música, por lo cual los músicos, tocando el címbalo o batiendo rítmicamente las palmas, las congregan aunque estén dispersas.
  8. Este animal es el único que busca un jefe que cuide de la comunidad, razón por la que siempre honra a su rey, lo obedece con celo en lo que ordene, lo sostiene cuando está enfermo y cuando no puede volar carga con él y lo defiende.
  9. Aborrece sobremanera a los perezosos, por eso matan entre todas a las que prefieren el ocio y gastan el producto de su trabajo.
  10. Pero su habilidad y proximidad a la inteligencia racional se ve sobre todo en que hace sus celdas hexagonales.
Por todo esto y por muchas cosas mas tenemos que ser como las abejas y viviremos mucho mejor 

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