TRATAMIENTO
Al incrementarse considerablemente durante los últimos diez años las prevalencias parasitarias, y a la progresiva disminución de la susceptibilidad de los ácaros a los agentes químicos utilizados, las preguntas que se plantea el apicultor con el paso del tiempo es cuándo tratar y con qué tratar. Nadie tiene hoy la "receta" precisa.
Control químico: podemos definir como un producto químico "perfecto" a aquel que no altera el funcionamiento interno de la colonia, que es práctica su aplicación, el que presenta mayor eficacia con la menor cantidad de aplicaciones, que no signifique un riesgo de contaminación de la miel y la cera, y que no sea perjudicial para la salud humana. Por último hay que agregar quizás la más importante de las variables: que el producto sea de bajo costo.
Existen varios métodos para el control de la varroasis mediante diferentes productos con distintas formas de acción y elaborados con diferentes principios activos.
Hasta el momento existen en apicultura las siguientes formas de acción de los productos acaricidas:
Sistémicos: Ingeridos por las abejas. Por medio de la hemolinfa, produce la muerte de los ácaros que se encuentran sobre las abejas adultas.
De contacto: También eliminan solo las varroas de las adultas, pero quedan dentro de la colmena por más tiempo y permanecen activos durante todo el ciclo reproductivo de las varroas.
Las formas de administración pueden clasificarse en:
Humos o gases: Son volteadores de ácaros que se encuentran parasitando abejas adultas. Se aplican por medio de gasificadores o con el ahumador.
Por evaporación: Así actúan las sustancias orgánicas. El riesgo que se presenta al utilizar estos productos es la alta toxicidad que presenta sobre las abejas en caso de que su evaporación no pueda controlarse correctamente.
Solución: Hay ciertos productos que se aplican puros en recipientes dentro de la colmena y gracias a la bioventilación producida por las abejas, se difunde. También puede mencionarse dentro de este grupo a los que se aplican en el jarabe para su acción sistémica.
Los principios activos utilizados por el momento son:
· Amitraz
Es una Formamidina. Actualmente se encuentra registrado el COLMESAN - Ahumado. También existe el COLMESAN - Solución que se aplica por medio de un gasificador. Antiguamente se contaba con tiras plásticas de liberación lenta que contenían este activo (ApiVar). Si bien en muchos países todavía cuentan con ese producto, en Argentina se lo retiró del registro. En Europa aún se comercializa el ApiVar. En Estados Unidos también se comercializa uno bajo el nombre de Miticur. Artesanalmente se lo utiliza impregnado en tablitas de madera o en tiras de cartón.
· Fluvalinato
El nombre comercial del producto elaborado en base a este activo y cuyo uso está autorizado, es APISTAN.
Artesanalmente también se utiliza este activo impregnando diluciones de 1:60 o 1:40 o 1:20 en tablitas de madera o cartón con los producto klartan o Mavrik.
· Flumetrina
Se trata de una piretrina, similar al fluvalinato y a la acrinatrina. También se presenta en tiras plásticas de liberación lenta. Está resgitrado en SENASA bajo el nombre comercial BAYVAROL. También se comercializan tablitas de preparación artesanal impregnadas con este activo.-
· Coumaphos
Este activo corresponde a un fosforado con el que antiguamente la firma Bayer formulaba el producto comercial Perizin para el control de la varroasis de las abejas. Este producto hace ya varios años que se retiró del mercado pero sin embargo hay otros productos veterinarios formulados con la misma droga aunque su uso esta autorizado para el control de pulgas y garrapatas en perros y gatos. Este producto es el Asuntol y desde hace muchos años los apicultores lo usan en preparaciones artesanales.
En los EE. UU. Se ha registrado un producto elaborado en base a este activo impregnado en tiras plásticas de liberación lenta.
· Cimiazol
El nombre comercial del producto elaborado con este activo y que se encuentra registrado en SENASA es el APITOL.
· Bromopropilato
FOLBEX, es el nombre comercial del producto formulado con este activo. Se presenta en tiras fumígenas que se deben encender dentro de las colmenas.
· Sustancias Orgánicas
Al aplicar estas sustancias se deben tener en cuenta muchos factores. Ningún producto orgánico puede compararse en rapidez y simplicidad con los químicos. Generalmente no alcanzan a estos en eficacia y sus resultados son variables.
La evaporación o sublimación de las sustancias orgánicas dependen principalmente de dos factores:
1.- La temperatura de la colmena que a su vez está influenciada por la temperatura ambiente.
2.- La naturaleza y dimensiones del dosificador utilizado.
Se utilizan ácidos orgánicos como el fórmico, oxálico y láctico que presentan un buen volteo del ácaro.
ACIDO FORMICO
El ácido fórmico es un compuesto químico orgánico que se encuentra en la naturaleza, en la miel, en las frutas, en la picadura de hormigas.
Por el momento, el único producto registrado elaborado en base a ácido fórmico es el BeeVar. Artesanalmente se han ensayado diferentes métodos de administración de ácido fórmico obteniendo resultados variables. Entre ellos se puede mencionar la aplicación directamente mediante esponjas impregnadas, se han diseñado evaporadores de diferentes características.
Al ser un producto tan inestable, son variables los porcentajes de eficacia logrado con rangos entre el 50 y 90%.
ACIDO OXALICO
También se encuentra en la naturaleza en algunas plantas y frutas. El SENASA está a punto de otorgar la autorización de uso y comercialización del OxaVar, formulado con este ácido orgánico. También, al igual que otros ácidos orgánicos, se utiliza el oxálico de manera artesanal. Existen varios métodos para su administración. Entre ellos el de evaporación y el de aspersión.
Otro grupo de sustancias orgánicas utilizados para el tratamiento de varroasis lo constituyen los aceites escenciales. Entre ellos podemos citar el aceite esencial de limón, de anis, el timol, eucaliptol, y mentol. Se aplican en soluciones líquidas preparadas con diferentes sustratos como vermiculita o tablitas. Su poder de volteo es sensiblemente más bajo que los otros productos. En base a algunos de estos aceites más ácido cítrico y ácido oxálico, se ha registrado en el SENASA un producto llamado Bienenwohl, pero se lo clasificó como sustancia estimulante de la limpieza y no como acaricida. En Europa, concretamente en Italia se desarrolló el Api-lifeVar, formulado con timol, mentol, eucaliptol y alcanfor.
Artesanalmente se preparan métodos de administración de estos aceites. El más utilizado es el timol.
VASELINA A partir de investigaciones orientadas a buscar tratamientos alternativos para el control de la varroa y en lo posible mediante productos inocuos que garanticen la calidad y sanidad del producto, se descubrió que la vaselina bloquea el sistema respiratorio de los ácaros, produciéndoles la muerte por asfixia en menos de tres minutos. A partir de esto, se iniciaron diferentes ensayos para determinar cuál era la mejor forma de administración de la vaselina. Así se llegó a los cordones de algodón impregnados, combinando con pulverización de vaselina líquida.
Productos acaricidas NO AUTORIZADOS
Existe una amplia gama de productos que actualmente se usan en apicultura para el tratamiento de la varroasis y que no han sido registrados en el SENASA. Estos productos por lo general, se elaboran con los mismos activos con los que se formulan los productos autorizados pero la matriz y sobre todo la dosificación varían.
Las dosificaciones incorrectas, tanto las sub como las sobredosificaciones contribuyen al desarrollo de resistencia.
Otro producto que se utiliza mucho en Argentina para el tratamiento de la varroasis es el Asuntol cuyo activo es el coumaphos. Este producto elaborado y comercializado por la firma Bayer, se administra a perros y gatos para el tratamiento de pulgas y garrapatas. Debido a su buena eficacia en el volteo de varroas, a su bajo precio y a la relativamente sencilla forma de administrar, el apicultor adaptó su uso para abejas. El coumaphos es un fosforado y como todos ellos presenta un alto riesgo para el consumo humano. Además son muy residuales por lo que su utilización debe hacerse lo más lejos posible de la mielada.
Con el desarrollo de la resistencia del varroa al fluvalinato, los apicultores siguen fabricando sus "tablitas" con otros activos como el amitráz y la flumetrina.
Las malas prácticas del uso de acaricidas puede acarrear dificultades como la aparición de resistencia y la presencia de trazas de residuos en la colmena.
QUIMIORESISTENCIA
Es un fenómeno en el que una parte de la población de individuos toleran las dosis que para el resto de la población de la misma especie son letales. Se debe recordar que la resistencia se transmite genéticamente entre una generación y otra.
Se han descripto diferentes tipos de resistencia para los insectos que seguramente son válidos también para los ácaros:
Resistencia metabólica: el insecto presenta mayor capacidad para degradar y eliminar el compuesto tóxico.
Modificación del nicho de acción: los acaricidas actúan en lugares específicos del sistema nervioso del ácaro que estamos atacando. Una alteración de ese sitio hace que el pesticida aplicado no pueda actuar y disminuye de esta manera su acción letal.
Penetración reducida: se ha comprobado que este fenómeno asociado seguramente a otros mecanismos, se debe al engrosamiento de la cutícula del ácaro que impide la penetración de los productos que actúan por contacto.
Por el momento se ha determinado solo la resistencia ante este activo, pero el uso indiscriminado de productos caseros nos llevará a situaciones similares frente a otros activos como el coumaphos, el amitráz y la flumetrina. De esta forma, la lucha contra varroa irá acompañada de una permanente aparición de productos a los que en un plazo más o menos prolongado el parásito se hará resistente, teniendo que ser sustituido por otro nuevo.
Frente a esta situación, resulta imprescindible que el apicultor comience a evaluar de un modo más certero la verdadera eficacia de los productos que utiliza.
RESIDUOS
Se debe prestar mucho cuidado y trabajar con mucha conciencia para evitar que queden residuos químicos en los productos de la colmena. La presencia de estas sustancias no solo ponen en riesgo la continuidad del comercio de nuestra miel, sino que también constituyen un riesgo para las abejas. Los productos de la colmena pueden contaminarse en menor o mayor grado de acuerdo a la naturaleza química de la sustancia con la que estamos trabajando. Si el compuesto es soluble en lípidos, tendrá mayor afinidad por la cera. Si en cambio es hidrosoluble, se concentrará en la miel. Dentro de los liposolubles de uso en apicultura, se pueden mencionar el fluvalinato, flumetrina y coumaphos. Que estos productos tengan mayor afinidad por la cera, no significa que no puedan concentrarse en la miel, de hecho se han detectado mieles contaminadas con ellos y en menor escala en polen y propóleos.
PRUEBA DE EFICACIA
Hay una prueba que nos permite evaluar la eficacia del producto que estamos usando para el control de la varroa, de muy fácil aplicación. Consiste en contar con al menos diez colmenas libres de cualquier otra enfermedad, de población y características homogéneas, en lo posible con reinas hermanas y de la misma edad. En cada colmena se colocarán pisos especiales para la recolección de ácaros caídos. Una vez que acondicionamos las colmenas para el ensayo, colocamos el producto que queremos evaluar siguiendo las recomendaciones de su marbette o de su distribuidor. A las 24 hs. de aplicado el tratamiento, procedemos a retirar los pisos y realizar el conteo de ácaros caídos. Cada 7 días seguiremos tomando muestras de ácaros del piso hasta que finalice el tiempo de acción del producto. Una vez que llegamos a este momento y registramos la cantidad de ácaros contados en los días de acción del producto, procedemos con el tratamiento de choque que consiste en aplicar dos productos elaborados con activos pertenecientes a grupos farmacológicos diferentes entre sí y al del principio activo de la formulación sometida a evaluación. Una vez aplicado este tratamiento, se tomarán muestras acordes con el tiempo de acción de estos dos productos.
El conteo de ácaros caídos por el tratamiento evaluado más el conteo de ácaros caídos por acción de los productos de choque, nos darán el número total de ácaros presentes en la colmena desde el momento del inicio del ensayo. La eficacia obtenida por el tratamiento se calculará por la relación porcentual entre el número de ácaros caídos por acción del producto a evaluar, sobre el total de ácaros presentes en la colmena.
Las dosificaciones incorrectas, tanto las sub como las sobredosificaciones contribuyen al desarrollo de resistencia.
Otro producto que se utiliza mucho en Argentina para el tratamiento de la varroasis es el Asuntol cuyo activo es el coumaphos. Este producto elaborado y comercializado por la firma Bayer, se administra a perros y gatos para el tratamiento de pulgas y garrapatas. Debido a su buena eficacia en el volteo de varroas, a su bajo precio y a la relativamente sencilla forma de administrar, el apicultor adaptó su uso para abejas. El coumaphos es un fosforado y como todos ellos presenta un alto riesgo para el consumo humano. Además son muy residuales por lo que su utilización debe hacerse lo más lejos posible de la mielada.
Con el desarrollo de la resistencia del varroa al fluvalinato, los apicultores siguen fabricando sus "tablitas" con otros activos como el amitráz y la flumetrina.
Las malas prácticas del uso de acaricidas puede acarrear dificultades como la aparición de resistencia y la presencia de trazas de residuos en la colmena.
QUIMIORESISTENCIA
Es un fenómeno en el que una parte de la población de individuos toleran las dosis que para el resto de la población de la misma especie son letales. Se debe recordar que la resistencia se transmite genéticamente entre una generación y otra.
Se han descripto diferentes tipos de resistencia para los insectos que seguramente son válidos también para los ácaros:
Resistencia metabólica: el insecto presenta mayor capacidad para degradar y eliminar el compuesto tóxico.
Modificación del nicho de acción: los acaricidas actúan en lugares específicos del sistema nervioso del ácaro que estamos atacando. Una alteración de ese sitio hace que el pesticida aplicado no pueda actuar y disminuye de esta manera su acción letal.
Penetración reducida: se ha comprobado que este fenómeno asociado seguramente a otros mecanismos, se debe al engrosamiento de la cutícula del ácaro que impide la penetración de los productos que actúan por contacto.
Por el momento se ha determinado solo la resistencia ante este activo, pero el uso indiscriminado de productos caseros nos llevará a situaciones similares frente a otros activos como el coumaphos, el amitráz y la flumetrina. De esta forma, la lucha contra varroa irá acompañada de una permanente aparición de productos a los que en un plazo más o menos prolongado el parásito se hará resistente, teniendo que ser sustituido por otro nuevo.
Frente a esta situación, resulta imprescindible que el apicultor comience a evaluar de un modo más certero la verdadera eficacia de los productos que utiliza.
RESIDUOS
Se debe prestar mucho cuidado y trabajar con mucha conciencia para evitar que queden residuos químicos en los productos de la colmena. La presencia de estas sustancias no solo ponen en riesgo la continuidad del comercio de nuestra miel, sino que también constituyen un riesgo para las abejas. Los productos de la colmena pueden contaminarse en menor o mayor grado de acuerdo a la naturaleza química de la sustancia con la que estamos trabajando. Si el compuesto es soluble en lípidos, tendrá mayor afinidad por la cera. Si en cambio es hidrosoluble, se concentrará en la miel. Dentro de los liposolubles de uso en apicultura, se pueden mencionar el fluvalinato, flumetrina y coumaphos. Que estos productos tengan mayor afinidad por la cera, no significa que no puedan concentrarse en la miel, de hecho se han detectado mieles contaminadas con ellos y en menor escala en polen y propóleos.
PRUEBA DE EFICACIA
Hay una prueba que nos permite evaluar la eficacia del producto que estamos usando para el control de la varroa, de muy fácil aplicación. Consiste en contar con al menos diez colmenas libres de cualquier otra enfermedad, de población y características homogéneas, en lo posible con reinas hermanas y de la misma edad. En cada colmena se colocarán pisos especiales para la recolección de ácaros caídos. Una vez que acondicionamos las colmenas para el ensayo, colocamos el producto que queremos evaluar siguiendo las recomendaciones de su marbette o de su distribuidor. A las 24 hs. de aplicado el tratamiento, procedemos a retirar los pisos y realizar el conteo de ácaros caídos. Cada 7 días seguiremos tomando muestras de ácaros del piso hasta que finalice el tiempo de acción del producto. Una vez que llegamos a este momento y registramos la cantidad de ácaros contados en los días de acción del producto, procedemos con el tratamiento de choque que consiste en aplicar dos productos elaborados con activos pertenecientes a grupos farmacológicos diferentes entre sí y al del principio activo de la formulación sometida a evaluación. Una vez aplicado este tratamiento, se tomarán muestras acordes con el tiempo de acción de estos dos productos.
El conteo de ácaros caídos por el tratamiento evaluado más el conteo de ácaros caídos por acción de los productos de choque, nos darán el número total de ácaros presentes en la colmena desde el momento del inicio del ensayo. La eficacia obtenida por el tratamiento se calculará por la relación porcentual entre el número de ácaros caídos por acción del producto a evaluar, sobre el total de ácaros presentes en la colmena.
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