La presencia de esta especie invasora que pone en peligro el ciclo biológico de la abeja se detectó por primera vez en España en 2010. Desde entonces, no ha dejado de multiplicarse afectando, sobre todo, al norte de España.
Ejemplar de la avispa asiática o Vespa velutina, la especie invasora que pone en peligro el ciclo biológico de la abeja. PEDRO PUENTE HOYOS (EFE)
La llegada de la avispa asiática está obligando a las administraciones a combatir un problema que se extiende y que genera gran preocupación en los apicultores, que reclaman más medios y protocolos frente a esta amenaza contra especies autóctonas y contra el ecosistema.
La presencia de la Vespa velutina se detectó por primera vez en España en 2010 y, sobre todo, ha afectado al norte del país. En Cantabria los últimos datos apuntan a que esta especie llega ya a Liébana, una comarca que parecía libre de ella.
El presidente de la Asociación de Apicultores Montañesa, César Alonso, advierte del peligro de esta especie para el ciclo biológico de la abeja.
Y ello porque la avispa asiática espera a la abeja de espaldas a la colmena, cuando ésta va cargada y no tiene agilidad, la decapita y se alimenta de la proteína de su abdomen y del néctar y el polen que la abeja transporta.
El jefe del Servicio de Conservación de la Naturaleza de Cantabria, Ángel Serdio, explica a Efe que el Gobierno regional ha habilitado el teléfono del 112 para que la gente que tiene sospechas sobre la existencia de avisperos pueda avisar para que los bomberos o los técnicos de montes intervengan.
El protocolo de actuación lo han firmado la Consejería de Medio Rural y la de Presidencia, aunque el presidente de la Asociación Cántabra de Apicultores, Jose María Villota, se ha quejado a Efe de que no se ha contado con su sector.
Los bomberos son los encargados de retirar los nidos cuando el núcleo de población es superior a 5.000 habitantes, y si se encuentra fuera de un núcleo urbano o está en una localidad de menos de 5.000 habitantes es la Consejería de Medio Rural la que interviene.
Serdio explica que la mitad de los avisos son "falsas alarmas" porque, según dice, la población puede no saber identificar si son nidos de avispa asiática o de otro tipo de insecto.
De cualquier modo, en una reunión de Medio Rural con el sector apicultor se habló de elaborar trípticos informativos para "multiplicar el número de ojos" que vigilan, según señala Alonso.
El proceso de retirada y destrucción del avispero dura dos horas y comienza con la introducción de insecticida en el interior, por medio de una pértiga. Una vez fumigado, el avispero se retira, se mete en unas bolsas especiales y se destruye, incinerándolo.
Esta especie invasora pone en peligro el ciclo biológico de la abeja y otras especies autóctonas.
El Jefe de Mantenimiento y Formación de los Bomberos de Santander, Francisco Escalante, la avispa asiática se localiza en un radio de unos 150 metros desde el punto de agua más cercano, porque necesita captar agua para hacer el nido, que es de celulosa.
En el caso de que se trate de la especie Vespa velutina, el protocolo exige actuar o a primera hora del día o a última de la tarde, que es cuando las avispas "son menos agresivas", tienen menos actividad y están en el avispero.
La avispa asiática es una especie invasora que no ha dejado de multiplicarse en los últimos meses y que preocupa al sector de la apicultura, que considera que en Cantabria se "están dando palos de ciego" en el método para acabar con ella.
Pero en septiembre en Santander se celebrará una reunión de los técnicos de las comunidades autónomas de la Cornisa Cantábrica para poner en común las experiencias en el control de esta especie y valorar las medidas más eficaces.
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