Desde hace varios años EEUU experimenta una reducción significativa de los insectos polinizadores, situación que también se vive en otros países. Las colonias de abejas empezaron a morir y desaparecer masivamente preocupando a investigadores y expertos por la estrecha relación que tienen abejas y otros polinizadores con la producción de alimentos, siendo los insectos esenciales para el desarrollo de numerosas plantas y árboles. Las abejas son un importante aliado en la producción alimentaria del mundo, en su momento se calculó que hasta una tercera parte de la producción mundial de los alimentos que los humanos consumimos están vinculados a la actividad que desarrollan, por lo que su extinción se convertiría en un grave problema para la humanidad.
Un nuevo estudio ha permitido elaborar un mapa sobre la población y situación de las abejas y otros polinizadores en Estados Unidos, identificando aquellas zonas agrícolas en las que más se ha reducido la población de abejas y el impacto que tiene en la economía agrícola. Según la conclusión de los expertos, la producción agrícola está en riesgo por la creciente desaparición de las abejas, ya que existe un claro desajuste entre la caída de la población de polinizadores y el aumento de los cultivos que requieren la polinización.
A mediados del año pasado se advertía que en las últimas décadas se había sufrido una gran pérdida de polinizadores, abejas salvajes, abejas domésticas o melíferas, murciélagos (mamífero que desempeña un papel ecológico vital como polinizador de muchos tipos de fruta en el mundo), aves y mariposas.
Expertos de la universidad de Vermont llevaron a cabo el primer estudio nacional para realizar un mapa de las colonias de abejas, la reducción que se ha experimentado de éstas y su relación con las tierras agrícolas más importantes del país. Según las conclusiones obtenidas, la producción agrícola estadounidense está en riesgo por la desaparición de las abejas, los investigadores explican que los agricultores se enfrentan a un aumento significativo de los costes de producción de alimentos.
Este primer estudio a nivel nacional sobre el problema identifica 139 condados en regiones agrícolas, el sur del valle del río Mississippi, California, el oeste de Texas, etc. Hasta la elaboración de este estudio no se contaba con un documento que mostrara el estado de los polinizadores y su impacto en la actividad polinizadora relacionada con la producción alimentaria.
Los investigadores han explicado que no hay dudas de que los polinizadores están sufriendo graves problemas, pero no han tratado con tanta claridad qué ocurre y ocurrirá en las zonas agrícolas en las que más se está acusando la reducción de estos insectos y otras especies. Ahora, con este mapa del estado de las abejas se cuenta con una visión clara entre la situación de los polinizadores y su impacto en el país, es una herramienta con la que se espera poder proteger a las abejas y llevar a cabo los mecanismos para poder restaurar sus hábitats, algo que ayudará a proteger la actividad agrícola y la producción alimentaria.
Se ha identificado que en aquellas zonas donde los cultivos son más dependientes de la actividad polinizadora, como es el caso de la producción de manzanas, peras, ciruelas, melocotones, calabazas, arándanos o sandías, entre otros alimentos, están sufriendo un mayor desajuste con una caída simultánea de la oferta de abeja silvestre y aumento de la demanda de la polinización. Si esta caída de polinizadores continúa se podrían sufrir serios problemas en la actividad agrícola.
El grupo de investigadores formado por expertos de la Universidad de California y la Universidad Estatal de Michigan, elaboró dos mapas en los que se identificaron 45 tipos diferentes de suelo a partir de los datos obtenidos por agencias agrícolas federales, en ellos se incluían las tierras de cultivo y los hábitats naturales. Posteriormente se recopilaron datos aportados por expertos en ecología de la abeja según el tipo de suelo para calcular la proporción entre las abejas, sus hábitats y la producción alimentaria. Con todos los datos se construyó un modelo predictivo de la población de abejas y su relación con las zonas agrícolas.
Cambio climático, pesticidas y enfermedades están amenazando a las abejas, pero también se ha identificado otra causa responsable del declive de los polinizadores, la conversión de los hábitats de las abejas y otros polinizadores en las tierras de cultivo. En once Estados clave del país donde el estudio ha identificado el declive de la población de abejas, la cantidad de tierra utilizada para la producción de alimentos como el maíz, se ha multiplicado por 200 en los últimos 5 años, se han eliminado pastos y praderas importantes para la sostenibilidad y la población de abejas. Esto demuestra que hay una clara evidencia entre el aumento de la demanda de maíz para la producción de biocombustibles y la amenaza a los hábitats de los insectos.
¿Por qué las abejas están desapareciendo? Gracias al mapa que ha puesto de relieve las regiones con la pérdida de hábitat para las abejas silvestres, las organizaciones privadas, ambientalistas, agencias gubernamentales, etc., podrán centrar sus esfuerzos para poder apoyar iniciativas que permitan preservar los hábitats de los polinizadores y mantener una actividad agrícola sostenible.
FUENTE: http://www.uvm.edu/~uvmpr/?Page=news&storyID=22053&category=four_sq
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