Es sencillo de hacer y bastante común por lo que me han dicho.
Ingredientes (para 4 personas)
2 Solomillos de Cerdo
6 cucharadas soperas de Miel
3 hojas de Laurel
2 dientes de Ajo
Aceite de oliva
Sal
Preparación
Tomamos una fuente apta para el horno y echamos un poco de aceite, el suficiente para impregnar las dos piezas de solomillo. A continuación, salamos la carne y la colocamos en la fuente sin cortarla.
Rociamos las piezas con la miel, sirviéndonos de una cuchara grande para que podamos distribuirla lo mejor posible.
Añadimos el laurel y los dientes de ajo sin pelar (evitaremos que se quemen pero aportarán mucho sabor) e introducimos la bandeja en el horno precalentado. Necesitaremos de unos 50 min a 180-º200º para que esté listo.
Recomiendo hacer 3 pasos antes de sacarlo:
A los 15 minutos, dar la vuelta a los solomillos.
Cuando lleve la mitad del tiempo y veamos que va cogiendo consistencia, sacamos la bandeja y cortamos en pequeñas rodajitas al gusto. Al cocinarlo asi, habremos evitado que se seque en exceso.
A partir de este momento, lo vigilaremos un poco, rociándolo de vez en cuando con su propia salsa para que quede bien jugoso.
Cuando veáis que el punto de la carne está a vuestro gusto, retiramos la bandeja del horno y emplatamos.
Resultado
Es una receta perfecta para hacer el fin de semana, durante el cual tenemos más tiempo y podemos aprovechar el rato de horno para adelantar algunas tareas. Podemos acompañarlo con alguna patata asada o algo de verde para completar este rico plato de contraste dulce-salado.