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03 marzo 2013

Conozca el Propoleo - Meet the Propolis

Conozca el Propoleo - Meet the Propolis

El propóleo es rico en bioflavonoides y aceites esenciales, además de contener oligo elementos, vitaminas y aminoácidos.
El termino propóleo proviene del griego Propolis que significa “defensa de la ciudad” (Pro - antes de Polis - ciudad, lo cual se traduce como defensas antes de la ciudad o Defensor de la ciudad).
Gracias a la acción antibiótica del propóleo, que protege de la actividad de virus y bacterias, la colmena es uno de los lugares mas estériles conocidos en la naturaleza. 
El propóleo contiene una gran variedad de elementos:
Aminoácidos, vitaminas, minerales, etc. Entre todos estos compuestos destacan los bio flavonoides. El propóleo en estado bruto contienen 500 veces más bioflavonoides que las naranjas, los cuales son considerados hoy en día beneficiosos en estados de convalecencia. No obstante, estudios científicos llevados a cabo por diversos investigadores en todo el mundo han demostrado que el efecto del propóleo se consigue gracias a la acción sinérgica de todos sus componentes. Por su composición y propiedades suele recomendarse en caso de afecciones respiratorias recurrentes o en cualquier situación en la que las defensas del organismo están bajas.
Conozca el Propolis
Origen: Esta maravillosa sustancia resinosa es el sistema inmunológico de los vegetales superiores (árboles). La abeja la recoge y transforma, para desinfectar la colmena, sellar grietas y embalsamar intrusos que no puede expulsar por su tamaño. El propóleo es lo que garantiza la total asepsia de un ambiente como la colmena, verdadero caldo de cultivo de virus y bacterias, a causa de sus tenores de temperatura y humedad.
Composición: 

Es muy variable, dependiendo de la flora y el clima de cada lugar. Pese a ser el producto más usado y más investigado de la colmena, aún no se ha concluido su estudio científico, iniciado recién en la década del 60 en Europa del este. Ya se le han detectado más de 250 elementos constitutivos y unos 50 principios biológicamente activos, lo que explica su gran cantidad de propiedades. Tiene resinas, bálsamos, aceites esenciales, minerales (más de 20 oligoelementos), vitaminas, aminoácidos (7 de los 8 esenciales) y más de 50 grupos de flavonoides.
Propiedades: Científicamente se le han demostrado 20 propiedades: es antibacteriano, antimicótico, anticolesterolémico, antiparasitario, antiinflamatorio, antioxidante, antitóxico, antialérgico, analgésico, anestésico, antituberculoso, antiviral, citostático, desodorante, epitelizante, estimulante de la inmunogenesis, fitoinhibidor, hemostático, hipotensor y termoestabilizador. Fundamentalmente es un magnífico biorregulador, rehaciendo la capacidad de defensa, funcionamiento y adaptación del organismo. Los oligoelementos justifican muchas virtudes del propóleo, pues -participando en procesos metabólicos, fermentativos y vitamínicos- contribuyen a la curación de estados anémicos, previenen la arteriosclerosis e incrementan la capacidad inmunológica del organismo. Por su parte los flavonoides -con más de 40 acciones farmacológicas- son la base de su versatilidad terapéutica. Sus cualidades antioxidantes, además de reducir el efecto de los radicales libres, son responsables de la acción antiviral, al inhibir el desarrollo de virus patógenos. Además de su amplio efecto antibacteriano, el propóleo estimula la reacción inmunológica del organismo, complementando ambas funciones sin producir alteraciones de la flora bacteriana, cosa que ocurre con los antibióticos de síntesis. Otra virtud del propóleo es su capacidad de transportarse indistintamente a través de la sangre y la linfa, a todo el organismo.
Sus beneficios en todo nuestro cuerpo
Aparato circulatorio: El propóleo combina efectos vaso-dilatadores e hipotensores, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y normaliza la tensión arterial. Estos efectos se logran con el uso regular, no debiendo esperarse efectos mágicos en caso de crisis hipertensivas.
Vías respiratorias: Es un antibiótico de amplio espectro que no produce disbacteriosis y que se ha ganado merecidamente la fama de efectivo antigripal. Su acción antiinflamatoria y anestésica lo convierte en eficaz protector de la garganta y las cuerdas vocales.
Aparato digestivo: En este aspecto ejerce múltiples acciones: normaliza el peristaltismo intestinal, regula el apetito, ayuda a la regeneración de úlceras, es protector hepático y previene la parasitosis.
Dermatología: Su notable capacidad cicatrizante, desinfectante y antiinflamatoria lo hace indicado para heridas, quemaduras y afecciones de la piel. También resulta óptimo como fungicida de amplio espectro.
Odontología: Incrementa la salud bucal por sus principios antisépticos, antibióticos y anti inflamatorios. Además estimula la generación de la dentina (esmalte dental) e impide la formación de caries y placa bacteriana.
Contraindicaciones: Ninguna. No se han detectado reacciones alérgicas, ni toxicidad por sobredosis. Se ha demostrado perfectamente compatible y hasta complementario de otras prácticas terapéuticas.
Cuidados: Para mantener sus propiedades requiere que se lo preserve de la luz y de la temperatura, dada las delicadas características biológicas de sus componentes.
¿Sabia usted?
Desde tiempos remotos, es conocido y empleado por sus propiedades terapéuticas, principalmente por su acción estimulante sobre el sistema de defensas del organismo.
El propóleo es un conjunto de sustancias resinosas, gomosas y balsámicas, de consistencia viscosa, recogido de ciertas partes de los vegetales, por las abejas Apis mellífera, que las transportan al interior de la colmena, modificándolas en parte con sus secreciones (ceras y secreciones salivares).
Las abejas lo utilizan como cimiento para la colmena, ya que les protege de hongos, bacterias y otros invasores. Los flavonoides o materias colorantes, son una de las sustancias más activas de su composición con carácter antiséptico.
Su principal importancia como complemento de la alimentación se basa en sus propiedades inmunoestimulantes, aumentando la resistencia del organismo frente a las infecciones. Atendiendo a estas cualidades, los antiguos egipcios lo utilizaban en la momificación, evitando la descomposición de los cadáveres.
Desde el punto de vista nutritivo:
La composición química del propóleo es bastante compleja y depende de la fuente vegetal. Básicamente se compone de un 50-55% de resinas y bálsamos, 30-40% de cera de abeja, 5-10% de aceites esenciales o volátiles, 5% de polen y 5% de materiales diversos (orgánicos y minerales). Se han identificado más de 160 compuestos, de los cuales un 50% son compuestos fenólicos, a los cuales se les atribuye acción farmacológica.
Los principales fenoles identificados son:

  • Flavonoides (flavonas, isoflavonas, flavononas) 
  • Ácidos aromáticos y sus ésteres (ácido cafeico, cinámico y otros) 
  • Aldehídos aromáticos (vainillina e isovainillina) 
  • Cumarinas 
  • Triglicéridos fenólicos 
Existen otro grupo de compuestos y elementos minerales que se encuentran como trazas (en cantidades casi inapreciables) que resultan de fundamental importancia en la actividad biológica del propóleo y en el metabolismo celular, destacándose la provitamina A y algunas vitaminas del complejo B, en especial la vitamina B3 o nicotinamida, además de lactonas, polisacáridos, aminoácidos y otras sustancias aún no identificadas.
Por su composición y propiedades suele recomendarse en caso de afecciones respiratorias recurrentes o en cualquier situación en la que las defensas del organismo están bajas.
Presentación y conservación
El propóleo presenta una consistencia variable, dependiendo de su origen y de la temperatura. Hasta los 15°C es duro y se torna mas maleable a medida que aumenta la temperatura. Su punto de fusión varía entre 60 a 70 °C, llegando en algunos casos hasta 100°C. Su color también es variable, de amarillo claro a marrón oscuro, pasando por una gran cantidad de tonos castaña. Dependiendo del origen vegetal puede presentar color pardo a negro. Su olor también es muy variable, generalmente es agradable, y en algunos casos recuerda a su origen vegetal, mientras que en otros casos posee olor predominante a cera.
El propóleo puede ser comercializado como extracto o utilizado en formulaciones de cosméticos y productos farmacéuticos.
Lo podemos encontrar envasado como extracto de própolis.
Es necesario almacenarlo en un lugar fresco y seco, en recipientes bien cerrados.
Importante el asesoramiento profesional:
Siempre se debe recurrir al asesoramiento de un profesional calificado antes de la toma de cualquier producto.
La dosis habitual es de unas 20-30 gotas en medio vaso de agua, 3 veces al día.

04 mayo 2012

Propóleo para el cáncer de próstata


Propóleo para el cáncer de próstata

Nuevas técnicas para viejos remedios. La proteómica ha desvelado cómo actúa el extracto de colmena o propóleo sobre el crecimiento de las células tumorales en el cáncer de próstata.
Un equipo de la Universidad de Chicago (EE.UU.) ha analizado cómo actúa el propóleo, un compuesto aislado de la resina de las colmena de abejas, sobre la proliferación tumoral. El propóleo ha sido utilizado durante siglos como un remedio natural para situaciones como dolores de garganta, alergias, quemaduras o incluso el cáncer. Sin embargo, el compuesto no ha tenido gran aceptación entre los clínicos debido a que había poca información científica sobre su efecto sobre las células.
En un trabajo que se publica en Cancer Prevention Research, los investigadores combinaron los métodos tradicionales de investigación del cáncer con la proteómica para ver que este compuesto interviene en las primeras etapas del cáncer de próstata mediante una especie de «sistema de cierre» de las células tumorales para la detección de las fuentes de nutrición.
Congelar proliferación
«Hemos visto que si utiliza en ratones, los tumores dejan de crecer; sin embargo después de varias semanas, si se detiene el tratamiento, los tumores comienzan a crecer de nuevo a su ritmo original», señala Richard B. Jones. Es decir, no mata las células tumorales, pero «puede detener por tiempo indefinido su proliferación».
El problema con los remedios naturales es que a menudo se comercializan como la panacea para una panoplia de enfermedades. Pero, mientras que sustancias como el ginseng o el té verde han demostrado propiedades medicinales, la mayoría de ellos carecen de evidencias científicas.
En este trabajo se han analizado las supuestas propiedades anti cancerígenas del propóleo en una serie de linajes celulares del cáncer. Incluso bajas concentraciones, el propóleo logró detener la proliferación de las células cultivadas aisladas de los tumores de próstata humanos. Además, esta sustancia demostró ser eficaz en frenar el crecimiento de los tumores de próstata humanos injertados en ratones. Una pauta de semanas de tratamiento redujo el tumor a la mitad de su volumen, pero cuando se interrumpió el tratamiento, el tumor volvió a crecer.
La capacidad del propóleo para congelar la proliferación de las células cancerosas podría convertirlo en un prometedor tratamiento complementario a la quimioterapia. No obstante Jones advierte que harán falta ensayos clínicos antes de que pueda convertirse en una tratamiento eficaz y seguro para el cáncer de próstata en los seres humanos. «Uno de los problemas habituales en cuanto al empleo de estos remedios en la clínica es que nadie sabe cómo actúan, nadie conoce el mecanismo y por lo tanto, los investigadores suelen ser muy reacios a añadir a cualquier estrategia de tratamiento farmacológico. Pero ahora, ya sabemos cómo funciona el propóleo».
* Nota:  La información médica ofrecida en esta web se ofrece solamente con carácter formativo y educativo, y no pretende sustituir las opiniones, consejos y recomendaciones de un profesional sanitario.
Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un profesional sanitario, considerando las características únicas del paciente.

Por: S. Gutiérrez de ABC Salud (http://www.abc.es/salud/noticias/propoleo-para-cancer-prostata-11915.html)

09 diciembre 2011

La colmena: un ecosistema en equilibrio

La colmena: un ecosistema en equilibrio
Por: Ing. Agr. Raúl Coppa Técnico EEA INTA Esquel (Estación Experimental Agroforestal Esquel, Chubut)
Reseña: El objeto de este artículo es visualizar a la colmena como un ecosistema en equilibrio y tratarlo como tal. Las intervenciones del apicultor suelen romper el equilibrio existente en la colmena dando lugar a trastornos que afectan el desarrollo equilibrado de la población como la sanidad de la misma, ya que ante factores de estrés, la colonia enferma.
Introducción
Todo ecosistema está integrado por elementos bióticos y no bióticos que se encuentran en equilibrio en forma natural.
Los elementos climáticos como la luz solar, la temperatura, las precipitaciones y la presión atmosférica, entre otros, se combinan con los factores edáficos y condicionan el desarrollo de tipos particulares de vegetación que sostienen determinadas clases de animales herbívoros y éstos dan lugar a los carnívoros y todos, cuando mueren, vuelven al suelo donde son descompuestos por los microorganismos. Ésta es, en apretada síntesis, un prototipo de ecosistema terrestre En cada uno hay un flujo de energía y materiales que entran y salen del mismo y todo el conjunto se encuentra en equilibrio ... hasta que el hombre interviene.
La población
Una colmena es un ecosistema en equilibrio. En un determinado espacio se desarrolla una población de abejas que crece en primavera, se estabiliza en verano y decrece en otoño e invierno hasta la próxima primavera. En primavera crece la población hasta completar la totalidad del espacio disponible y, una vez cubierto, la población se subdivide mediante el fenómeno de la enjambrazón.
Una colonia no es sólo un conjunto de abejas. Hay una organización perfectamente adaptada para cubrir todos los requerimientos que les permite a esta familia no sólo sobrevivir, sino también producir sus propias reservas de alimentos, reproducirse, conservar la especie y difundirse geográficamente. Para ello cada miembro de la colonia (o familia) realiza una actividad sumamente especializada. Una colonia es un Sistema, es decir, un conjunto de elementos que interactúan tan estrechamente unos con otros que resultan inter-dependientes. En una colonia cada tarea, que cada abeja realiza, resulta imprescindible para todas las demás ya que cada una no puede sobrevivir sola, necesita del conjunto, y por sí mismas no se encuentran dotadas para sobrevivir ni cumplir con todas las demás funciones biológicas.
Hay otros componentes bióticos en este ecosistema. Hay, por ejemplo, microorganismos (hongos, bacterias, etc) que se mantienen controlados gracias a la producción de propóleos. Este producto, producido por las abejas a partir de resinas que cosechan de ciertos árboles, es el elemento antiséptico y desinfectante con que cuentan las abejas para mantener una población sana en tan reducido espacio.
En el transcurso de su crecimiento poblacional, las abejas construyen panales de cera donde depositan cría, polen, néctar y miel. Del exterior traen agua, néctar de flores o azúcares de otras fuentes (como pulgones, por ejemplo), resinas y polen o, en casos de emergencia, elementos proteicos de otras fuentes.
Este ambiente interior de la colmena se desarrolla en ausencia de luz y está fuertemente influenciado por la temperatura y la humedad, dos factores ambientales determinantes en la supervivencia, en la sanidad y en la conducta de las abejas.
La Temperatura
La colonia es un ecosistema en equilibrio y si bien las abejas son organismos de "sangre fría", necesitan mantener el calor dentro de un rango apropiado a las circunstancias.
La colonia de abejas posee una serie de mecanismos que tienden a mantener la temperatura dentro de un rango que les permite sobrevivir y desarrollar los trabajos propios en cada estación del año.
La colonia mantiene su temperatura en los rangos apropiados merced a los siguientes mecanismos:
Apiñamiento
Las abejas (de distintas edades en forma mezclada) se apiñan formando un racimo que en invierno se lo llama "bolo invernal". Los enjambres que permanecen a la intemperie hasta dirigirse al lugar definitivo también lo hacen, al igual que las abejas que son transportadas en forma de paquetes. Aún en primavera o en otoño o puede suceder en veranos frescos, cuando la temperatura disminuye sustancialmente, las abejas se agrupan para mantener la temperatura o generar calor.
En este racimo funcionan dos tipos de movimientos:
Por una parte las abejas -tomadas de las patas- se acercan o separan entre sí contrayendo o expandiendo el racimo.
Por otra parte, en invierno o en períodos prolongados de frío, hay un movimiento de revolución: las abejas de la periferia se mueven hacia el interior del racimo y las del interior a la periferia. Sin este segundo mecanismo, las abejas del borde terminarían por morir dejando en la periferia a una segunda línea de abejas que también terminarían muriendo y así sucesivamente hasta la muerte de todo el racimo. En cambio con este movimiento de revolución todo el racimo sobrevive reduciendo al mínimo la mortandad de las abejas por hipotermia.
En la estructura del racimo existe otro hecho que permite conservar el calor. Las abejas de la periferia -en un espesor de 2 a 7 cm- se encuentran más juntas, más apretadas que las del centro formando una banda protectora.
Batido de alas
Las alas, además de ser los órganos anatómicos que utilizan para volar, son empleadas para generar calor o para ventilar para lo cual generan con ellas un movimiento circular logrando así sus propósitos. En el racimo este mecanismo se pone en marcha para generar calor cuando la temperatura del mismo desciende hasta los 14°C y para refrescar (ventilación) cuando supera los 35°C. No todas las abejas participan de este movimiento, sino sólo algunas, las necesarias para lograr el propósito.
Cuando existe cría en desarrollo dentro del nido, la temperatura de crianza de las larvas es de 34°C. Cuando no hay cría (lo cual sucede en invierno en regiones frías) el racimo de abejas puede ir disminuyendo su temperatura hasta los 14°C. Si la temperatura sigue bajando el racimo de abejas se contrae (las abejas se aprietan) y, para generar calor, desarrollan una actividad con las alas similar a las que realizan cuando están ventilando. Mientras en el centro del racimo la temperatura se mantiene a 14°C, en la periferia las abejas pueden estar a 6°C y mueren cuando la temperatura desciende por debajo de los 6°C. Pero el movimiento de revolución mencionado anteriormente les permite ir renovándose evitando la muerte por hipotermia.
En verano, la temperatura es mantenida a través de la ventilación que realizan las abejas enviando, con su batido de alas, una corriente de aire desde la piquera hacia el interior, mientras otras abejas lo hacen en sentido inverso provocando así una corriente que circula por el interior de la colmena refrescando el ambiente. En días calurosos y cuando la población de abejas es numerosa muchas de ellas se desplazan hasta la piquera y allí se arraciman formando una barba para permitir que la ventilación en el interior de la colmena se pueda realizar eficientemente. Si bien esta barba de abejas no es un signo de una próxima enjambrazón parece indicar un espacio reducido que las abejas despejan saliendo al exterior. Esto debe advertir al apicultor sobre la falta de espacio de la colonia.
Calafateo con propóleos
Cuando las aberturas que se dejan en la piquera o cuando hay demasiada separación de partes móviles, las abejas calafatean con propóleos rellenando el exceso de aberturas. Con esto regulan el intercambio gaseoso entre el espacio interior y el exterior.
De manera que una de las principales actividades de una colonia es mantener su temperatura dentro del rango apropiado a la circunstancia que está viviendo. Pero también es importante mantener la humedad en un rango aceptable para el desarrollo normal de la colonia.
La Humedad
El exceso de humedad dentro de una colmena, particularmente en invierno, provoca un disturbio sustancial en la vida de la colonia y desencadena procesos que conducen a la generación de problemas sanitarios que favorecen la mortandad de abejas. Este es un problema en la zona cordillerana, como en cualquier otra región donde la humedad relativa, en invierno especialmente, es alta o donde las masas de aire frío mantienen un tenor alto de humedad. La humedad se genera en el interior de cada colmena por el consumo de miel que hacen las abejas. Por cada litro de miel consumida se genera un litro de agua. Esta humedad, en época de actividad de las abejas, sale de la colmena mediante el mecanismo de ventilación que desarrollan. Pero en invierno las abejas, arracimadas, no utilizan el batido de alas en la piquera para ventilar, de manera que la colmena en sí debe estar dispuesta para que se favorezca la ventilación sin la intervención de las abejas, lo cual es importante en la zona cordillerana de Patagonia.
Si el ambiente externo es muy húmedo el intercambio gaseoso entre la colmena y el exterior favorece la acumulación de la humedad en el interior de aquella condensándose principalmente en la parte inferior de la entretapa, en las paredes laterales y en los panales más cercanos a éstas. Esto suele suceder en nuestra cordillera en invierno y esta situación se agrava si el apiario está ubicado erróneamente en un mallín o en un área baja donde se acumula el aire frío y húmedo que baja de las laderas circundantes. También sucede cuando la población invernal de abejas no es numerosa.
Aparecen así procesos como el de fermentación de la miel y de las pérdidas de polen por ataque de hongos.
Hay que tener en cuenta que en la zona de cordillera las abejas se encuentran en actividad hasta bien entrado el otoño y hasta es común observar colonias que no cortan totalmente la postura y mantienen pequeñas áreas de cría. Las que interrumpen la postura lo hacen a partir de la segunda quincena de abril y puede ocurrir que en días, donde la temperatura llega a los 12°C, haya algo de entrada de néctar en ese mes. El riesgo de esta pequeña entrada de néctar es que no alcance a perder la humedad suficiente para transformarse en miel y permanezca con un contenido de agua excesivo pudiendo fermentar si el interior de la colmena no está suficientemente ventilado y con exceso de humedad. El néctar se acidifica, toma un olor avinagrado y, si las abejas lo consumen, les resulta mortal.
La miel con exceso de humedad fermenta cuando el rango de temperatura se encuentra entre 10 y 25°C. La temperatura ideal de fermentación es de 15,5°C. Recordemos que el racimo invernal internamente trata de mantenerse por encima de los 14°C, por lo tanto, la temperatura de fermentación coincide con la del racimo. Si éste se desplaza para ir consumiendo reservas, puede alcanzar los cuadros donde hay néctar acumulado con exceso de humedad. Por lo tanto, en una colmena el exceso de humedad que se encuentra condensada en las paredes y panales laterales cargados de miel y polen resulta particularmente peligroso cuando la temperatura se encuentra en el rango mencionado.
Por su parte el polen, cuando está sometido a un exceso de humedad, es atacado por hongos. Si el ataque es severo provoca fuertes pérdidas en la reserva de polen ya que se forma una costra dura y blanca que a las abejas les resulta imposible remover. Recordemos que una buena provisión de polen resulta esencial para mantener una buena población de abejas entre los meses de abril a agosto y especialmente se transforma en un alimento crítico cuando comienza la postura en la segunda quincena de julio o principios de agosto en la cordillera patagónica. Este fenómeno -el del polen atacado por hongos- no sucede generalmente cuando la colmena pasa el invierno con una buena población de abejas que mantienen el calor en casi todos los cuadros y cuando la colmena se encuentra bien ventilada impidiendo la acumulación y condensación de humedad.
Intervención del apicultor
Es imprescindible que el apicultor tenga conciencia de los mecanismos que utilizan las abejas para mantener a raya la temperatura y la humedad ya que sus intervenciones en ningún caso deben interferir con los mismos. Si lo hace genera una situación de estrés que le abre la puerta a numerosos problemas sanitarios, muchos de los cuales, especialmente los bacterianos y los fúngicos se desencadenan a partir de situaciones provocadas por el mismo apicultor. Por el contrario sus intervenciones deben ayudar a la colonia acompañando a la población de abejas a mantener la temperatura y la humedad dentro de los rangos de tolerancia. Para ello dispone de varias herramientas:
Localizar correctamente el apiario
Ante todo hay que localizar correctamente el apiario en un lugar seco donde no haya acumulación de aire frío durante las noches ni tampoco en lugares húmedos como los mallines cordilleranos.
Orientar adecuadamente las colmenas
Hay que proteger las colmenas de las corrientes ventosas. En la cordillera patagónica es aconsejable que las piqueras estén orientadas al N.E. ya que los vientos en esta región provienen del cuadrante oeste y sudoeste. De esta forma se evita la entrada de aire frío y al mismo tiempo se facilita el calentamiento por el sol del frente de la colmena y de la pared lateral orientada hacia el oeste.
Permitir una separación adecuada entre colmenas
Conviene que las colmenas estén separadas entre sí dejando un espacio libre de unos 50 ó 60cms entre una y otra. Si las colmenas están en bancos de apoyo individuales es conveniente que la que está más al sur esté un poco adelante de la otra para que ésta no impida que los rayos del sol, en su desplazamiento hacia el oeste, evite que se caliente la pared lateral de la primera. En bancos donde se colocan varias colmenas, si están muy juntas la que no está expuesta al sol del norte o del oeste es una colmena más fría.
Regular la apertura de la piquera
Si bien cada apicultor desarrolla sus propios métodos de trabajo es importante transmitir a otros, especialmente a los novatos, las experiencias que se van reuniendo. A quien suscribe el presente artículo le ha dado mucho resultado mantener en las piqueras -de colmenas bien desarrolladas- dos aperturas laterales, en lugar de una central, durante todo el año. Estas aperturas tienen una longitud de unos 4 centímetros. Cuando es necesario, se agrega un suplemento en cada apertura para achicarla, lo cual sucede en invierno o en plena temporada cuando desmejora el tiempo durante un período prolongado.
En la cordillera patagónica se debe tener en cuenta que la variación térmica en plena temporada es muy amplia. Durante las noches refresca bastante y una piquera totalmente abierta (sin guardapiquera) puede conducir a las abejas a arracimarse en lugar de mantener la actividad durante la noche.
Por otra parte la doble apertura de piquera facilita la circulación del aire manteniendo un adecuado % de humedad y una correcta ventilación.
En colmenas que se encuentran en crecimiento conviene provocar su desarrollo desde la pared oeste que es la más calentada por el sol y mantener abierta la piquera de ese lado cerrando la otra abertura con un puñado de pasto que- cuando se seca- permite el paso de algo de aire facilitando la ventilación aún de la zona no ocupada por las abejas.
Como se dijo anteriormente, si la apertura del guardapiquera es excesiva las abejas tratan de reducirlo rellenándolo con propóleos.
Abrir o cerrar la apertura de la entretapa
Para que las colmenas en invierno estén bien ventiladas no sólo es suficiente que haya una piquera con aberturas laterales sino que hay que mantener abierta a medias la apertura de la entretapa. En el mes de mayo conviene levantar un poquito la entretapa en la parte de atrás. Basta para ello la colocación de una maderita de tres milímetros de grosor colocadas en los esquineros posteriores de la entretapa.
También en este caso las abejas propolizan el exceso de aberturas.
Regular el espacio interior
A la entrada del invierno conviene sacar un panal y juntar a los restantes al medio de la cámara de cría dejando un espacio de unos 2 cm en los laterales que permite la ventilación de las colmenas debido también a las aberturas laterales del guardapiquera y las aperturas en la entretapa.
Cuando la colonia es pequeña como sucede cuando se introduce un paquete o un núcleo es importante utilizar un paño de plástico o de papel corrugado para envolver los panales poblados de abejas, más uno o dos para que las abejas ocupen, más el alimentador (si se emplea para estimular o alimentar) colocado fuera del poncho. Personalmente prefiero el poncho de plástico ya que el de cartón es roído por las abejas. Si la colmena está bien ventilada no se junta humedad en el plástico.
Asimismo, no hay que agregar alzas en forma prematura ni dejar que el espacio interior se reduzca como para incentivar la enjambrazón. Las alzas deben colocarse en el momento oportuno.
Regular el número de cuadros en la cámara de cría
Cuando la colmena recién comienza y se utilizan varios cuadros con cera estampada conviene colocar 10 cuadros. Pero una vez que la colmena se desarrolló es conveniente trabajar con 9, por varios motivos, a saber: a) La colmena está mejor ventilada entre cuadros, b) las abejas construyen panales más gruesos lo cual, en la sala de extracción, permite una mejor desoperculación, c) hay más producción de cera, d) se previene mejor la rotura de celdas reales cuando se revisa la colmena.
Dejar las reservas invernales de miel y polen necesarias para el invierno
Una media alza repleta de miel, más lo que las abejas entran en otoño en la cámara de cría a medida que reducen la postura, suele ser suficiente reserva invernal para que la colonia llegue hasta la próxima temporada. Los meses críticos son agosto y septiembre cuando la reina activa la postura y todavía no hay entrada de suficiente néctar. Si es necesario, en ese mes, hay que suplementar con jarabe de alimentación.
Es frecuente que en otoño las abejas traigan azúcar proveniente de exudados de pulgones que se encuentran en diversas especies, especialmente sauces o álamos. Esto suele ocurrir a fines del verano, después de la última cosecha. Inmediatamente a esta cosecha hay que hacer un control contra varroa por lo cual posteriormente a este control sanitario está vedada la cosecha de miel. Si el productor se entusiasma cosechando demasiada miel, puede ocurrir que cubran posteriormente los panales con el azúcar que proviene de los pulgones. Ésta no constituye una buena reserva invernal porque no les resulta fácil disolverla y necesitan abundante provisión de agua, fenómeno que en invierno no ocurre. Esto, naturalmente, pone en serio riesgo la supervivencia de la colmena.
Una alternativa es dejarles la miel que ellas produjeron durante la primavera y el verano en la primera media alza, que muchos productores dejan como cámara de cría suplementaria. En estos casos los productores cosechan lo que está por encima de esa media alza. Un exceso de cosecha provoca estrés que, en definitiva, se traducirá en mortandad o en enfermedades.
Por otra parte, los productores que trabajan con protocolos de calidad no deberían cosechar de esa primera media alza cuando se utiliza como complemento de cámara de cría ya que así está especificado en los protocolos vigentes.
Conclusiones
Como conclusión general podemos decir que el control de la humedad, de la temperatura y de las reservas invernales son tres factores esenciales en la sostenibilidad de las colmenas. Si internalizamos la idea de que estamos frente a un ecosistema en equilibrio seremos más cuidadosos a la hora de intervenir en nuestros colmenares.

26 febrero 2011

COMO PROCESAR EL PROPOLEOS DE FORMA ARTESANAL

Solución alcohólica, acuosa, hidroalcoólica. Extracto Blando, Cremas, Barniz Ecológico, Preparados para el tratamiento de las abejas y las plantasa. Por Orlando Valega, apicultor de “Apícola Don Guillermo” apicoladonguillermo@yahoo.com.ar
1 - Obtener Solución Alcohólica de propóleos.(Tintura de propóleos)
El propóleos se puede obtener por raspado o con mallas especiales. Nosotros raspamos de los bordes internos de las tapas ya que no utilizamos entre-tapa y las abejas con el afán de pegar la tapa a las alzas y sellar las rendijas que quedan, propolizan en la unión de esta con el alza y sobre los cabezales de los cuadros. Una vez que tenemos el propóleos en bruto lo ponemos al congelar y al día siguiente lo pasamos por la licuadora, procesadora o molinillo de café, para hacerlo polvo. Al polvo de propóleos lo pasamos a un recipiente de vidrio color oscuro y le agregamos alcohol etílico de 96º, apto para el consumo humano en relación de dos partes de alcohol por una de propóleos. Se puede utilizar mas alcohol para facilitar la dilución, pero sin exagerar ya que después cuando se tenga que preparar el extracto blando se desperdiciará mucho alcohol. Además si se parte directamente de la tintura obtenida, la tintura de propóleos puede ser de una concentración menor a la deseada para el tratamiento en cuestión. Para facilitar la dispersión de las partículas de propóleos añadir a la solución, 1 a 2 gramos de lecitina de soja. La lecitina de soja actúa como emulsionante y favorece la maceración del propóleos.
El propóleos es una resina y mancha todo lo que toca, pisos, ropa, mesada, etc. los utensilios utilizados deben ser de vidrio o madera, no se recomienda el plástico o metales y se limpian con alcohol. Para preparar la tintura se deja macerar por varios días la mezcla, con el recipiente tapado para que no se evapore el alcohol -digamos tres semanas- y todos los días se debe sacudir frenéticamente para facilitar la extracción del propóleos por el alcohol, por lo menos media hora, cuanto más se sacuda más rápido se obtiene la tintura. No es conveniente entibiar la mezcla para acelerar el proceso ya que el propóleos pierde propiedades como todos los productos de la colmena con el calor, la luz y el contacto con la humedad. Con el pasar de los días se ve que se van formando tres capas bien definidas en el líquido, cuando se diferencian bien es que el proceso finalizó. Ahora debemos volver a la heladera –no al congelador- y enfriar bien la tintura, cuando esté fría se la filtra primero con algún colador de malla más o menos fina para colar las impurezas más gruesas, volver a la heladera y después con la tintura fría, volver a colar con filtro para café lo mejor posible. El líquido resultante debe ser cristalino, de un color ámbar algo rojizo con variaciones según el origen botánico del propóleos. Si queda opaco, volver a colar. Filtrar la borra fina suspendida en el alcohol es engorrosa y lleva mucho tiempo y varios filtros de café. A continuación explicaré otra alternativa mas práctica.
Otra alternativa:
2 - Preparar Tintura de propóleos y Barniz Ecológico
Moler levemente el propóleos de raspado congelado en la licuadora y colocar el polvo grueso en un recipiente de plástico o de vidrio.
Antes de que se humedezca y haga pegote, volver a licuar pero con el agregado de alcohol. Procesar por unos 3 a 4 minutos.
Volcar el licuado a un recipiente de vidrio que puede ser una damajuana. Para facilitar la dispersión de las partículas de propóleos añadir a la solución, 1 a 2 gramos de lecitina de soja.
Dejar en maceración por unos siete días mientras se sacude el recipiente todos los días como mínimo por media hora.
Una vez que se separa en tres capas la mezcla de propóleos y alcohol, enfriar y colar con colador fino las impurezas mas gruesas.
Volver a licuar estas impurezas gruesas en alcohol (uno a uno de borra y alcohol) y reservar (borra-1) en otra damajuana
A la solución filtrada colocarla en una damajuana hasta un poquito mas de la mitad de la misma y estacionar con la damajuana acostada para que se separe la borra por decantación, de la parte líquida cristalina, de color variable según el origen del propóleos que va desde; El rojo, anaranjado, verde, marrón o gris ceniza.
Separar la solución cristalina que queda arriba en otro recipiente.
La otra parte, la borra que queda, reservar (borra-2)
A la solución cristalina dejarla enfriar en heladera y filtrarla con filtro para café. Este líquido cristalino es la tintura de propóleos de concentración desconocida.
Filtrar las impurezas mas gruesas de la (borra 1) con colador fino.
Juntar las dos fracciones de la borra que reservamos y mezclar.
3 - Preparar Barniz Ecológico
Con esta borra se prepara una mezcla de; Dos partes de la borra, mas una parte de aceite comestible, mas cuatro partes de alcohol.
Mezclar bien los ingredientes y dejar estacionar unos días mientras se la sacude frenéticamente por una media hora diaria, hasta que se homogenicen los ingredientes. Esta mezcla es un excelente Barniz ecológico que sirve para pintar las alzas, pisos, techos, caballetes, y toda madera que se quiera preservar. Si usted desea hacer un barniz purificado, se debe tomar el trabajo de filtrar la borra, pero, como la borra es cera, a pesar de tener un color a barro, es de mucha utilidad para pintar las alzas que no demandan de tanta estética.
Si el Barniz resultante sale muy espeso, alivianar con alcohol 96º en cantidad suficiente.
El proceso puede llevar desde la molienda hasta que quede elaborado el barniz aproximadamente 20 días. Con el pasar de los días se homogeniza mejor.
El método fue adaptado de una fórmula que voy a transcribir a continuación, muy conocida en el Brasil aportada a la lista (ciadaabelha) por : Armindo Junior Cia da Abelha Contagem/MG mensaje del 01/11/2005 que transcribo a continuación:
Fórmula para elaborar barniz ecológico:
1 parte de propóleos en bruto de raspado mas
1 parte de aceite comestible mas
8 partes de alcohol etílico.
Se deja macerar por treinta días y se lo puede utilizar para pintar las alzas, pisos y techos a un costo ínfimo y se consigue aumentar en gran medida la durabilidad de los materiales
4 - Obtener Extracto Blando de Propóleos
La tintura hasta aquí obtenida es un extracto alcohólico de propóleos de concentración desconocida. Para preparar soluciones que contengan una cantidad de propóleos conocida, debemos obtener la materia prima pura que se denomina extracto blando de propóleos. La técnica es sencilla, consiste en evaporar el alcohol que tiene la tintura. Se coloca a la misma en una fuente de vidrio tipo pirex, algo playa, lo más grande posible dentro de la lógica y según la cantidad a preparar. Nosotros utilizamos una asadera de vidrio de 30cm por 45 cm aproximadamente.
Colocamos el líquido en la asadera en un lugar sombreado y lo soplamos con un ventilador para evaporar más rápido el alcohol. Cuando la tintura toma una consistencia parecida a la miel y sobrenada un líquido blanquecino sobre el mismo, es señal de que el proceso concluyó. Para evaporar mas el alcohol se puede revolver una o dos veces el extracto antes dar por finalizado. Hay que retirar el líquido sobrenadante y guardarlo en heladera para usarlo oportunamente, es el agua que quedó de la evaporación del alcohol y tiene las mismas propiedades terapéuticas que el extracto. Se puede utilizar para hacer soluciones colíricas, óticas, para hacer buches, pastillas, curarse la caspa, y mil utilidades más. La goma que queda es el extracto blando y lo podemos retirar con cuidado raspando con una espátula de madera y ponerlo en algún recipiente de vidrio que resulte cómodo para su posterior extracción. Tener la precaución de no dejar evaporar más el extracto blando porque se seca y después cuesta volver a solubilizarlo en alcohol.
A partir del extracto blando se pueden preparar las más diversas combinaciones de productos: Caramelo de propóleos, pastillas de propóleos, ungüentos de propóleos, cremas de propóleos, pomadas, soluciones colíricas, óticas, óvulos, supositorios, shampoo, jabones con propóleos, jarabes, miel con propóleos, miel con propóleos y polen, cremas de belleza, soluciones alcohólicas de distintas concentraciones etc.
5 - Preparar Soluciones alcohólicas de distinta concentración
A Partir del extracto blando de propóleos
Para preparar una solución alcohólica de propóleos de una concentración determinada (CD) de extracto blando en un volumen final (VF) de solución, necesitamos calcular el Volumen Inicial de Extracto Blando(VI) necesario para realizar la mezcla. La fórmula a utilizar es la siguiente: VI=CD*VF/100. Para preparar una solución alcohólica de propóleos al 7 % en 1000cc se debe calcular así: 7*1000/100=70. Se necesitan 70cc de extracto blando para preparar una solución alcohólica al 7% en un litro y la cantidad de alcohol a utilizar (CA) es igual a: CA=VF-VI. o sea 1000cc-70cc=930cc
Si necesitamos otra concentración cambiar proporcionalmente las cantidades. Como es difícil conservar el extracto blando por mucho tiempo sin que se seque y quede como una laca dura, lo conservo en solución al 50%, a partir de esta concentración agregando alcohol preparo otras soluciones más diluidas. Otra alternativa y tal vez mas práctica es la de conservar el propóleos en su tintura original a la que retiramos una muestra para conocer la concentración de extracto blando disuelta en ella y etiquetar.
También se pueden preparar tinturas y jarabes con Propilenglicol, son mas suaves. (Antonio Pajuelo)
A partir de la tintura original de propóleos
Para evitar que se pierdan componentes volátiles del propóleos y sustancias útiles que quedan en el agua residual al preparar el extracto blando, se puede partir directamente de la tintura original de propóleos, determinando la concentración de extracto sólido de una pequeña fracción del mismo y así determinar la concentración del total de la solución, que seguramente será de mejor calidad ya que no se perderán los compuestos residuales que quedan en el agua y tal vez, por que no, muchos compuestos útiles que se puedan evaporar con el alcohol.
Ejemplo: Si la muestra tiene una concentración del 20% de sólidos, ¿Qué volumen(VI) de solución al 20%(CI) debo utilizar par preparar 1000 cc(VF) de solución al 7%(CD)? Se debe aplicar la siguiente fórmula: CD*VF/CI=VI o sea; 7*1000/20=350cc. Es decir que necesito 350cc de solución al 20% para preparar 1000cc de solución alcohólica al 7% de sólidos. Si quiero preparar 5000cc de solución al 5% partiendo de una solución inicial cuya concentración es del 15% la formula sería: 5*5000/15=1666,66cc(VI) de solución concentrada al 15% que debo utilizar para preparar 5000cc(VF) de solución alcohólica al 5%. ¿Qué cantidad de alcohol (CA)debo agregar al volumen inicial(VI)para preparar 5000cc de solución(VF)? La fórmula sería; CA=VF-VI. =3333.34cc de alcohol (CA).
(VI) = Volumen Inicial (VF) = Volumen Final (CI) =Concentración Inicial.
(CD) = Concentración Deseada (CA) = Cantidad de Alcohol.
La solución alcohólica mas frecuentemente usada es al 5% para uso humano y al 7% para uso veterinario. La solución alcohólica puede usarse por vía oral, en piel, en mucosas, por goteo, o en spray.
6 - Preparar Cremas Hidrosolubles con Propóleos
Para preparar una crema de propóleos es conveniente adicionar algo de miel, un equivalente al propóleos utilizado. Mezclar primero el propóleos con la miel, homogeneizar bien y luego mezclar con la crema hidrosoluble. Puede adicionarse mas miel si se desea. El porcentaje de propóleos a utilizar es del 5%. Se puede adicionar polen, jalea real o miel según los usos que se quiera dar. Para preparar cremas con todos los ingredientes descriptos, es conveniente, sobre el total de crema a preparar, no mas del 1 % de jalea real, no mas del 5% de extracto blando de propóleos, no menos de un 5% y no más de un 10% de polen y miel en cantidad equivalente al propóleos.
7 - Preparados a partir de propóleos utilizados en la agricultura
Solución Hidroalcohólica:
La fórmula de propóleos mas utilizada en agricultura es la solución hidroalcohólica. Se obtiene a partir de una mezcla de una solución acuosa de propóleos (maceración de propóleos en agua) y tintura alcohólica de propóleos (maceración del propóleos en alcohol).
Ya se describió la forma de hacer la tintura alcohólica de propóleos, ahora falta la solución acuosa:
Como preparar una solución acuosa: Procesar en una licuadora, procesadora o molinillo de café el propóleos previamente congelado. Por cada 450 gr agregar un litro de agua y macerar por 20 días sacudiendo con frecuencia para que libere los componentes solubles. Para facilitar la dispersión de las partículas de propóleos añadir a la solución, 1 a 2 gramos de lecitina de soja. La lecitina de soja actúa como emulsionante y favorece la maceración del propóleos. A partir de los 20 días proceder como en la tintura alcohólica, dejar decantar y retirar el líquido que queda arriba, descartar la borra.
La borra puede ser utilizada en la elaboración de tintura alcohólica o de Barniz Ecológico.
Para preparar la solución hidroalcohólica hay que mezclar 7.5 gr de solución acuosa con 7.5 gr de solución alcohólica al 7% y después de filtrar bien la solución. Para utilizar directamente sobre las plantas diluir la solución hidroalcohólica en 10 lt de agua.
Tratamientos
Los tratamientos deben realizarse en las horas mas frescas del día, mejor a la nochecita.
Enfermedades Criptogámicas - Básicamente Propóleos + Azufre
Para potenciar la eficacia del propóleos contra las enfermedades criptogámicas, puede diluirse la solución hidroalcohólica además de en agua en una solución de azufre coloidal o bien puede diluir en la solución hidroalcohólica azufre mezclado en las siguientes dosis: 150 cc de solución hidroalcohólica y 250 gr de azufre por cada 100 lt de agua.
Cochinillas - Básicamente Propóleos + Aceite vegetal.
Tienen el mismo uso que los aceites blancos en el tratamiento de cochinillas de los frutales.
Preparación: Macerar 25 gr de propóleos molidos en 100 cc de aceite vegetal por 20 días sacudiendo con frecuencia para facilitar la extracción de las sustancias solubles. Filtrar el aceite y mezclarlo con una solución alcohólica de propóleos al 7% en una relación de 15% de aceite de propóleos con 85% de Solución alcohólica de propóleos.
Pasta cicatrizante: Básicamente Propóleos + cera virgen + aceite vegetal.
Es una pomada cicatrizante útil para proteger las grandes heridas producidas por las podaduras, protegiendo los árboles del ataque de los hongos. Se prepara disolviendo en baño maría la cera virgen y añadiendo el aceite y los propóleos en las siguientes cantidades: Cera virgen 45 gramos + Tintura alcohólica 30 cc + 25 cc de aceite vegetal.
Tratamiento pos-cosecha de la fruta: La solución hidroalcohólica de propóleos puede usarse para la conservación de los frutos después de la cosecha. Para ello diluimos 200 cc de solución hidroalcohólica en 100 lt de agua y añadimos 50 cc de solución de baño ( jabón potásico, de marsella, de caseína de leche, etc.). Para una acción desinfectante es suficiente un baño de apenas 30 segundos.
Es posible mezclar la solución hidroalcohólica con cobre, calcio, azufre o lithothane, sin ningún problema de compatibilidades, al contrario, estas mezclas tienen una acción sinérgica.
Para la lepra de la fruta de carozo se puede tratar con propóleos añadiendo azufre, o mejor, Solución hidroalcohólica + azufre + cobre + lithothane. Las hojas afectadas por la enfermedad oscurecen y caen y las nuevas quedan prácticamente indemnes. Si es preciso efectúese un segundo tratamiento
Bien conocida es la acción terapéutica del propóleos entre los apicultores. Su acción antiinflamatoria, anestésica y cicatrizante hablan de su efectividad, además de su gran poder bactericida y fungicida. También es sabida su utilidad para tratar afecciones de la piel, como manchas, acné, quemaduras, hongos, herpes y úlceras varicosas, demostrando una vez más sus propiedades curativas.
Pero poco difundida está su aplicación en Sanidad Vegetal, con escasa investigación al respecto. Según bibliografía extranjera, en lo que a Agricultura Biológica se refiere, la tintura de propóleos puede utilizarse en plantas, como bactericida y fungicida porque contiene sustancias inhibidoras de microorganismos. Tiene comportamiento sistémico pero no tiene acción preventiva, por lo tanto hay que intervenir cuando aparecen los síntomas de la enfermedad repitiendo el tratamiento a los 15 días. Las aplicaciones deben realizarse al atardecer, de manera que la humedad ambiental facilite su absorción a través de la hoja. La tintura tiene un efecto de amplio espectro en el control de bacterias y hongos como el mildiu, oidio, sarna, y se demostró eficaz en el control de áfidos y otros insectos, y en el caso de la gomosis ayuda a reequilibrar el estado fisiológico de la planta. En cambio una solución acuosa de propóleos contiene sustancias hormonales estimulantes, desarrollando un efecto antiviral sobre la vegetación. Además el propóleos es efectivo para la conservación de frutas y verduras que se cultivan orgánicamente. En consecuencia, está a la vista, que la tintura de propóleos es un eficaz preparado que podrá ensayarse en Agricultura Orgánica, incorporándose como importante herramienta en el Manejo Ecológico de Plagas.
8 Preparado de jarabe a base de Propóleos para tratar Loque Americana, Cría Yesificada y Varroa
Preparar una solución alcohólica de propóleos al 7%
Preparar un jarabe de azúcar en proporción de 2 partes de azúcar y 1 parte de agua.
Mezclar la solución de propóleos con el jarabe en una relación de 100cc de solución alcohólica en 900cc de jarabe, o sea al 10 %.
Hacer 3 a 4 tratamientos cada 7 días del jarabe con propóleos, aplicando 50 cc de dicha mezcla en cada colmena. Volcar la mezcla sobre los cabezales de los cuadros cuidando no volcar líquido. Puede utilizarse también un pulverizador pero sin mojar las crías, siempre sobre los cabezales para que las abejas lo succionen al limpiar. Se puede volcar los 50cc en los alimentadores si se prefiere.
No es conveniente utilizar concentraciones mayores de propóleos porque puede frenar un poco la postura de la reina. Esta receta fue extractada del libro Apiterapia Hoy en Argentina y Cuba por el Dr. Julio César Díaz.
El tratamiento de enfermedades con propóleos no está en la lista del SENASA y hasta ahora no hay una investigación científica que avale los resultados que obtuvieron los apicultores de Mendoza que relata el libro, a muchos otros apicultores y a mis colmenas. Debo aclarar que el uso de propóleos para el tratamiento de las colmenas es a titulo experimental y si desean probar es bajo la responsabilidad de cada apicultor.
Nosotros utilizamos hace cuatro años este sistema para curar varroa. Teníamos una tasa de infestación del 5 a 6 % y después del tratamiento desapareció la varroa en la mayoría de los apiarios y en algunos quedó en el 1%. Después de esa aplicación no traté más a las colmenas ya que tengo muy poca infestación. Tratamos de no utilizar químicos en las colmenas, no curamos, no suplementamos, dejamos más de media alza con miel en otoño, hacemos nuestras reinas seleccionando las que terminan mejor el invierno, eliminamos a las más agresivas, a las que se bloquean y conservamos a todas las colmenas que cambian solas sus reinas y siempre están bien. No cambiamos sistemáticamente las reinas. Las cambiamos cada vez que sea necesario. Como tenemos dos mieladas bien marcadas una que va desde mediados de septiembre a fines de octubre y la otra desde principios de febrero a fines de marzo, aprovechamos al inicio de cada mielada a cambiarles las reinas y fusionarlas simultáneamente con los núcleos de fecundación, a las colmenas que detectamos que tienen algún defecto en su desarrollo. Siempre tenemos núcleos con reinas nuevas disponibles para ese fin.
Sería muy interesante que se realicen experiencias tendientes a buscar abejas resistentes a las enfermedades. Especialmente a varroa, que por lejos es la enfermedad que más complicaciones trae a la apicultura mundial. Pienso que buscar resistencia a varroa con las abejas caucásicas e italianas sería una pérdida de tiempo ya que esas razas son muy susceptibles a varroa, pero la abeja negra alemana o criolla y otras cepas naturales de cada región tienen buena respuesta. Sin duda que las africanizadas son de por sí resistentes a varroa pero no andan bien en zonas templado frías, se desarrollan bien en lugares subtropicales a tropicales y no son fáciles de manejar.
Yo estoy radicado en la localidad de Saladas Provincia de Corrientes y mi padre fue el iniciador de este emprendimiento, “Guillermo” y en honor a él es que se llama “Apícola Don Guillermo”. Él crió abejas desde muy joven cuando adolescente y hoy tiene 88 años, al principio en el departamento de Diamante Entre Ríos y después aquí. Nuestras abejas son seleccionadas de las mejores cepas locales, selección que venimos haciendo de hace muchos años, desechando las más agresivas y que tengan algún defecto como por ejemplo que bloqueen el nido con miel o lo que es peor con polen ya que consideramos que es un defecto de la reina. Tenemos mucho cuidado con la consanguinidad intercambiando colmenas y llevando a los núcleos de fecundación a distintos lugares para que no se crucen con zánganos parientes.