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26 junio 2011

Picaduras de Insectos

Fuente: Dr. Ismael Gil Romea. Médico del Servicio de Urgencias. Hospital Clínico Universitario. Zaragoza-España.
Existen una serie de seres vivos portadores de un aparato picador característico, a través del cual inoculan a sus víctimas un veneno o ponzoña exclusivo.
Estas sustancias son mezclas complejas de compuestos tóxicos y digestivos, los cuales son inyectados a través de un aguijón en un punto exclusivo de nuestra superficie corporal.
En ocasiones, en caso de ataques masivos, pueden ser decenas o cientos de puntos de inoculación, como por ejemplo la agresión por parte de una comena de abejas o un enjambre de avispas; si bien es cierto, que este hecho es inusual.
Algunas veces dicho aguijón es conservado por el insecto, y en otras queda dentro de nuestra piel, como veremos más adelante.
Afortunadamente, en nuestro país, la incidencia de casos graves por picadura de escorpiones, abejas, avispas, arañas o medusas, es escasa, y si estos se producen es debido al estado previo del paciente o a que éste se encuentra previamente hipersensibilizado, suponiendo entonces una situación de urgencia vital.
Picaduras de abejas y avispas
¿Cuáles son los síntomas de estas picaduras?
¿Cómo puede prevenirse estas reacciones alérgicas?
¿Cómo se tratan estas picaduras?
Picaduras de abejas y avispas Todo el mundo se siente un poco nervioso cuando una abeja o una avispa revolotean a su alrededor. ¿Quién sabe cuáles son sus intenciones?
Lo cierto es que sólo atacan cuando se les molesta, se sienten en peligro o intentan defender su panal o colmena.
Como todos los himenópteros, estos seres vivos presentan un temible aguijón en el último segmento de su abdomen.
Excepto la abeja, el resto de insectos del grupo retienen el aguijón y pueden picar repetidamente.
Su veneno, eficaz mecanismo de defensa, puede dar lugar a reacciones alérgicas, aunque puede resultar mortal en individuos hipersensibilizados ante dichas sustancias químicas.
El orden Hymenoptera incluye avispas, abejas, abejorros y hormigas, (probablemente existan más de 100.000 especies en el mismo), y sin duda estos insectos causan al hombre más picaduras que ningún otro grupo de animales venenosos.
La gravedad del cuadro depende del número de picaduras (hasta 1000 en algunos casos), exposición anterior, edad y estado general del paciente.
En Estados Unidos se registran más muertes anuales como consecuencia de esta lesión que por mordedura de serpientes.
Desde luego la picadura de estos pequeños seres inyecta menos veneno, y son las reacciones alérgicas graves, más que los efectos tóxicos directos del veneno, la causa de la mayor parte de las muertes.
¿Cuáles son los síntomas de estas picaduras? Los cuadros clínicos que comprende su espectro van desde manifestaciones sólo locales a un shock alérgico de aparición inmediata, o reacciones retardadas que pueden aparecer 10-14 días después de la picadura.
La reacción del hombre a las picaduras de insectos es muy variable. En general los efectos más graves suelen producirse en picaduras de cabeza, cara y cuello.
Puede observarse una pápula indolora pasajera o un dolor quemante difuso intenso junto con picor, quemazón, zonas de anestesia y dolor de cabeza.
A veces urticaria, inflamación y enrojecimiento.
A nivel muscular puede llegar a observarse debilidad, espasmo, contracturas o parálisis.
En casos graves insuficiencia respiratoria, dificultad en la deglución, parálisis ocular, fiebre, náuseas, alteraciones de la frecuencia y el ritmo cardíaco y shock.
¿Cómo puede prevenirse estas reacciones alérgicas? Mención aparte merece la prevención; todos los sujetos con antecedentes de reacción grave a picaduras de insectos deben ser desensibilizados.
Para identificar de la manera más precisa dicha hipersensibilidad deben usarse pruebas de alergias con los venenos específicos; y se debe instituir la desensibilización 14 días después de una picadura grave.
A los pacientes sensibilizados debe aconsejárseles usar ropa de manga larga, evitar riesgos innecesarios y llevar siempre a mano un botiquín que contenga tabletas de isoproterenol para uso sublingual, adrenalina en aerosol para inhalación, y pinzas para extraer el aguijón.
¿Cómo se tratan estas picaduras? El tratamiento local ha de basarse en la extracción del aguijón en caso de que haya quedado retenido, y siempre que sea posible; así como el lavado de la herida con agua y jabón.
La inyección de lidocaína local puede aliviar el dolor de la zona en caso de dolor persistente de la misma en casos no complicados.
El frío tópico también es aconsejable.
En las formas leves los antihistamínicos tópicos y orales son recomendables hasta la desaparición de la sintomatología.
En caso de picaduras múltiples, la toxina total inyectada puede ser suficiente para producir síntomas generales graves, ello puede hacer necesaria la terapia de sostén: sedación, líquidos intravenosos, antibióticos y antihistamínicos.
La inyección de gluconato de calcio debe valorarse si aparece sintomatología neurológica.
Como medida precautoria puede indicarse mantener al paciente en observación 6-8 horas, vigilando así cualquier empeoramiento del estado general; y teniendo especial precaución con la aparición de hipotensión, espasmo bronquial o edema de glotis.
Ciertamente el tratamiento inmediato es la clave del éxito; y en las reacciones alérgicas no debe dudarse en la administración de adrenalina vía subcutánea en intervalos entre 5 y 20 minutos dada su breve acción.

01 marzo 2011

La Apitoxina

EL VENENO DE LAS ABEJAS
La apitoxina es un producto que se emplea en medicina por su poder antiartrítico y en la preparación de antialérgicos. Se produce en las glándulas situadas en la parte posterior del último segmento abdominal de la abeja.
El veneno de abeja tiene propiedades bactericidas, hemolíticas, anticoagulantes y tónicas. Es el mayor vasodilatador conocido, fluidifica la sangre al ser anticoagulante, se le reconocen propiedades en casos de reumatismo y actualmente el veneno es utilizado de forma racional en algunos países.
La apitoxina es el veneno secretado por las obreras de varias especies de abejas, que lo emplean como medio de defensa contra predadores y para el combate entre abejas. En las especies venenosas, el ovipositor de las obreras se ha modificado para transformarse en un aguijón barbado.
La apitoxina no es una sustancia simple, sino una mezcla relativamente compleja. Aunque los efectos suelen atribuirse a la acidez del compuesto, en realidad el ácido fórmico apenas está presente, y sólo procede de una de las dos glándulas implicadas en la secreción del veneno. Una de estas secreciones es ácida. No obstante, la más activa de ellas aparece como un líquido fuertemente alcalino formado por una mezcla de proteínas, principalmente el polipéptido citotóxico melitina de fórmula química: C131H229N39O31.
La apitoxina se emplea a veces medicinalmente en la llamada apiterapia o apitoxoterapia, como tratamiento complementario o alternativo, para el alivio sintomático del reumatismo y otras afecciones articulares, por las pretendidas propiedades antiinflamatorias de la melitina. La evidencia disponible, avalando la eficacia y la seguridad de esta modalidad terapéutica, es limitada y preliminar; no hay, al momento, estudios clínicos con metodología idónea en humanos.
Secreción
La apitoxina es segregada por los ejemplares hembra de varias especies de abeja, que utilizan el ovipositor para inocularla. No sólo las obreras disponen de ella, sino también las reinas, aunque es raro que éstas empleen su aguijón.
La secreción proviene de varias glándulas ubicadas junto a la base del aguijón; éstas están compuestas de células dotadas de canalículos, y morfológicamente recuerdan a dos sacos unidos a tubos cilíndricos, que conducen la secreción hasta el extremo del aguijón. La configuración exacta varía; en las Apinae, Andrenidae y Bombinae los tubos se unen cerca de su origen, mientras que en Vespinae, Polistinae y Eumeninae desembocan por separado. A su vez, en Sphecinae, Phylantinae y Cabroninae presentan ramificaciones. Una delgada cutícula aísla el veneno secretado de los tejidos sensibles.
Además de los tejidos secretores ubicados en la sección tubular, las abejas poseen un segundo grupo secretor, llamado glándulas sinuosas, que en algunas especies aparece morfológicamente integrado.
Composición
Las glándulas principales secretan un líquido fuertemente alcalino, compuesto en un 52% por melitina; además de ésta, contiene apamina (una neurotoxina), adolapina (un analgésico), fosfolipasa (una enzima que destruye la membrana celular atacando los fosfolípidos que la componen, inactiva la tromboquinasa e inhibe la fosforilación oxidativa), hialuronidasa (un vasodilatador y hemolítico, que ayuda en la dispersión del veneno), histamina, dopamina y noradrenalina.
El efecto fundamental del veneno es citotóxico, destruyendo las membranas celulares e induciendo a los receptores de dolor a percibir un daño mayor del que realmente se ha infligido. Las glándulas sinuosas, a su vez, producen una toxina ácida.
Toxicología
En estado puro, la apitoxina es un líquido incoloro, amargo y ácido (pH 4,5 a 5,5), con un peso específico de 1,1313. Es hidro- y ácidosoluble, pero insoluble en alcohol.
Las toxinas liberadas por la abeja provocan dolor e irritación, pero no daño sustancial. Sin embargo, las pequeñas concentraciones de histamina pueden verse amplificadas por la secreción de la misma en las células afectadas del individuo atacado. Esto puede desencadenar un shock anafiláctico, sea instantáneamente o hasta 24 horas después de la picadura; los síntomas incluyen el ahogo, asma, taquicardia, cianosis y pérdida de conciencia. En individuos particularmente sensibles o afectados por numerosas picaduras puede provocar la muerte. Alrededor de un 2% de la población es sensible a la apitoxina, pero sólo un 0,05% se estima que sufre sensibilidad extrema.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, la dosis inyectada por la picadura no requiere tratamiento específico. Es conveniente retirar el aguijón, sin embargo; su estructura barbada hace que quede clavado a la piel del individuo que recibió la picadura, junto con el sistema glandular que secreta la toxina, y la actividad refleja de su estructura muscular continúa inoculando el veneno. El aguijón debe retirarse sin hacer presión sobre las glándulas adheridas, para evitar vaciar por completo las mismas en la zona afectada.
El tratamiento en casos agudos requiere la aplicación de un antihistamínico, como la difenhidramina, un antiinflamatorio de accion rapida (corticoesteriode) como la dexametazona y de hasta medio centímetro cúbico de epinefrina 1:1.000. Este tratamiento, sin embargo, sólo debe llevarse a cabo por un profesional médico, que puede recetar también un agente simpaticomimético como el metaraminol.
La inmunización es el único remedio de largo plazo; se efectúa mediante la aplicación reiterada de dosis pequeñas de veneno. Aunque no es posible lograr la inmunidad completa, es posible sin embargo reducir de manera muy acentuada la sensibilidad.
Uso en homeopatía
Para el empleo en homeopatía de la apitoxina se eliminan algunos de sus componentes, tales como aceites volátiles, lípidos y proteínas.
Frecuentemente la dosis utilizada, salvo tratamientos personalizados y específicos, es de 0,5 ml (equivalentes a 5 abejas), cada 48 h. Normalmente 16 dosis de 0,5 ml cada una. Cada dosis en este caso, contiene unos 500 gamma o microgramos de veneno de abejas.
La apitoxina es un medicamento incorporado a las farmacopeas sobre homeopatías, utilizando las técnicas homeopáticas de la farmacopea norteamericana Apis venenun purum (HPUS) (Homeophatic Pharmacopea of the United States), en la atenuación correspondiente APIS V.P. 3x. De acuerdo con esos estándares, se elabora la apitoxina para uso por vía inyectable.
Con esta metodología (APIS V.P. 3x), se obtienen las concentraciones más altas de apitoxina. El equivalente a 500 mg de veneno de abeja es de 500 µg o 500 gammas, que corresponden al veneno de 5 abejas obreras adultas a partir de los 20 días de nacimiento, teniendo el saco o depósito de veneno unos 100 µg (microgramos o gammas) de veneno puro. Para obtener 1 gramo de veneno seco se necesitan 10.000 abejas.
La apitoxina ejerce acción analgésica y antiinflamatoria. Esto impulsó el uso de este veneno como terapia alternativa en casos de reumatismo. Además, ha mostrado algunas propiedades inmunoactivantes, lo que favoreció su experimentación como coadyuvante en la esclerosis múltiple. Sin embargo, al igual que sucede con toda droga, la apitoxina no es inocua, y sus efectos sobre la salud aún no han sido objeto de estudio sistemático.
Obtención
Se obtiene colocando en el piso de la piquera una esponja cubierta por unos hilos desnudos de cobre por los que se hace circular una corriente eléctrica pequeña y a intervalos, las abejas al entrar reciben la descarga y clavan el aguijón en la esponja pudiendo recuperarlo después, poco a poco van quedando en las esponjas las gotas de veneno que recogemos estrujándolas. Las colonias sometidas a esta producción suelen aumentar la agresividad de forma notable, conviene tenerlo en cuenta e instalarlas lejos de las zonas habitadas para prevenir ataques. El rendimiento medio obtenido es de 1 gr de veneno/20 colonias.

04 enero 2011

APITERAPIA (TERAPIAS CON EL VENENO DE LAS ABEJAS)

El veneno de la abeja
Aunque la picadura de abeja es sabido que hace mal, cuando es provocada puede hacer todo lo contrario, y convertirse en terapia de algunas enfermedades. Este tipo de tratamiento se denomina Apipuntura.
Investigadores célebres como Joiriche (Moscú) y el Dr. Saine (Montreal) han constatado las virtudes terapéuticas del veneno de las abejas en forma de picadura provocada.
Existen varias maneras de practicar la Apipuntura: colocando la abeja sobre la parte enferma, por ejemplo en gota y reumatismo, como lo hacían Carlomagno e Iván el Terrible. Este tipo de tratamiento se suele aplicar escalonadamente durante varias semanas, alcanzando un total de más de 100 picaduras en total. Una tabla válida sería:
Día 1º................................1 picadura
Día 2º................................2 picaduras. Y así sucesivamente hasta llegar al
Día 10º.............................10 picaduras
Descanso de tres días
Se empieza ahora con tres picaduras cada día durante 10 días.
Tratamientos
El médico ruso Orlov trató en 1969 en el congreso de Bucarest sobre el veneno de las abejas y su incidencia sobre el sistema nervioso central. Según rezan algunas leyendas muchos casos de peste y cólera fueron curados con picaduras de abeja. Lo que es cierto, es que en la actualidad se ha comprobado su eficacia en casos de bronquitis, bocio exoftálmico y oftalmía.
El veneno de las abejas tiene propiedades revulsivas más rápidas que la harina de mostaza, debido a que es tónico cardíaco, fluidificante de la sangre y vasodilatador (dilata las arterias).
Es muy eficaz contra los reumatismos, la ciática, gota, artritis, neuritis, neuralgias, poliartritis crónica evolutiva y paludismo.
El veneno de la abeja es un tónico general, aumentando el dinamismo del sujeto que se somete a sus picaduras de forma controlada y voluntaria.
APITOXINA O VENENO DE ABEJAS. ALGO INTERESANTE:
*El médico de Carlomagno (742-814) lo curó de su padecimiento crónico de gota utilizando para ello picaduras de abejas en dosis progresivas.
*Las enzimas del veneno de abejas son 30 veces más activas que las del veneno de serpiente.
*En la guerra de los Treinta Años (1618-1648) fueron usadas colmenas unidas entre sí por un alambre, para emboscar a la caballería enemiga haciendo que las abejas enfurecidas, al caer bruscamente las colmenas picaran a caballos y caballeros.
*El veneno de abejas es 500 000 veces más fuerte que cualquier otro antibiótico conocido.
*Las abejas africanizadas, más pequeñas que las europeas, responden más rápido y producen 9 veces más picaduras en igual tiempo (90 picaduras a los 30 s) y mayor densidad de picaduras (40 cm2 de piel humana9 que las abejas europeas. Además, persiguen a los intrusos hasta 460 m con disposición a picar.
El veneno de las abejas, también conocido como apitoxina (del latín apis, abeja, y del griego toxikón, veneno) es producido por una glándula de secreción ácida y otra de secreción alcalina incluídas en el interior del abdomen de la abeja obrera. Es introducido en nuestra piel a razón de 0.3 mg. por cada picadura, por un aparato vulnerante cuyo aguijón es particularmente conocido.
El aguijón de la abeja consta de un largo estilete, de unos 2 mm. puntiagudo, que se amplia luego a 0.1mm de diámetro. En el estilete existen varios dientes pequeños, algunos de 0.03mm de longitud. Estos dientes son los que retienen el aguijón en el objeto que pica la abeja, lo que causa la pérdida del aguijón y de la vida de ésta. Al picar la abeja, el estilete penetra en el objeto picado hasta la mitad de su longitud.
El veneno de abeja es un líquido transparente, con olor a miel acentuado y de sabor amargo, acre. Su densidad es de l,1313. Una gota colocada sobre el papel de tornasol azul lo vuelve rojo inmediatamente, lo que indica una reacción ácida. Puede ser considerado como un veneno endotelial violento, además de un marcado estimulante de los músculos lisos. Podemos designarlo como un veneno protoplasmático general.
Las características principales de la apitoxina o veneno de las abejas son las siguientes:
Apariencia: Líquido transparente, ligeramente amarillo, sabor agudo y amargo, fuerte olor aromático.
Peso específico: 1,1313.
PH. Reacción ácida
Soluble en agua y ácidos.
Casi insoluble en alcohol.
Las soluciones no son estables: se infectan y descomponen con rapidez por las bacterias.
Se seca rápidamente a temperatura ambiente.
Muy termoestable. soporta 100°C durante lh o congelación durante 10 días sin perder su poder.
Se destruye fácilmente por sustancias oxidadoras: permanganato de potasio, sulfato de potasio, cloro, bromo, alcohol.
Las enzimas digestivas (ptialina, pepsina, pancreática, renina) y vegetales (papína, papayotina) lo debilitan rápidamente y viceversa, el veneno afecta rápidamente la efectividad de las enzimas. Se destruyen mutuamente.
Es destruído por los alcalis (ejemplo:amoníaco) ácidos fuertes y antisépticos fuertes.
Al igual que el veneno de serpiente, no tiene efecto si se toma por vía oral.
Se conserva indefinidamente en glicerina (se ha informado acerca de 22 años de conservación)
Una picadura de abeja= 0.012mg de veneno seco (0.03-04 mg. de veneno líquido) A esto se le llama una unidad convencional.
Composición química del veneno..
El análisis químico muestra que, además de mucha agua ( 88% del peso) , contiene un histamina, la melitina, que es una proteína relativamente simple: una lisolecitina, la apamina (1-3%, y 2 enzimas , la fosfolipasa A2 (10-12%) y la hialuronidasa (1-3%).
Además, posee ácido fórmico, clorhídrico, y ortofosfórico, colina, triptófano, los microelementos hierro, yodo, potasio, azufre, cloro, calcio, magnesio, manganeso, cobre , cinc y otros compuestos.
Contiene además melitina (50%) secapina (0.5-2.0%), peptido DCM (1.2%), tertiapina 80.1%), procamina (1.2%) dopamina (0.2-1.0%), noradrenalina (0.1-0.5%) ácido r-aminobutírico, glucosa, fructosa, fosfolípidos, aminoácidos y feromonas.
Se ha señalado que sus propiedades médicas se deben, esencialmente, al fosfato de magnesio, mg3(PO4)2, que representa 0.4% del peso del veneno seco.
Es muy rico en sustancias nitrogenadas, en ácidos volátiles que desaparecen en el proceso de su desecación y contiene muchas diastasas además de la fosfolipasa A y la hialuronidasa ya señaladas.
ACTIVIDAD BIOLÓGICA DE LA APITOXINA
El valor terapéutiico del veneno de abejas se debe principalmente a sus propiedades hemorrágicas y neurotóxicas. Los efectos del veneno son los siguientes.
- Dilata los vasos capilares, acelera e intensifica la circulación.
-Posee cualidades anticoagulantes, ejerce acción inactivante en la tromboplastina plasmática y tisular, y disminuye las actividad trombínica.
-Es hipotensor (por eso, antes de inyectar al paciente es necesario inyectarle vitamina C ó cafeína, así se previene la posibilidad de hipotonia..
-Posee efecto bacteriostático.
-Posee efecto anestésico local
-Mejora el funcionamiento del hígado.
-Mejora la actividad del cerebro.
-Cura las afecciones del miocardio.
-Posee acción inmunológica en el tratamiento de las enfermedades reumáticas.
-Tiene acción hemolítica, leucol´pitica, plasmolítica y circulatoria.
-Aumenta los elementos nitrogenados en la orina.
-Acelera la respiración.
-Disminuye la colesterina.
-Aumenta los uratos.
-Aumenta el metabolismo:estimula diversos procesos metabólicos, como el metabolismo óseo (acelera la soldadura de fracturas), aumenta el suministro de oxígeno y proporciona calor adicional.
-Destruye el crecimiento bacteriano.
-Es un activo agente inmunizante.
-Es radioprotector (inyectado en ratones protege contra dosis letales de radiaciones), por lo que puede servir para proteger contra las lesiones provocadas por las radiaciones utilizadas en el tratamiento de cáncer. -Estimula el sistema inmunológico, que se manifiesta en la formación de celulas multinucleares, monocitos, macrófagos, linfocitos T y B. inmunoglobulinas y cortisol.
-Influye efectivamente en el sistema nervioso, bloqueando la transmisión de estímulos a las sinapsis periféricas y centrales.
-Mejora la conducción de los impulsos de la fibra nerviosa y disminuye la dismielinización.
-Durante el tratamiento de enfermedades, no se forman anticuerpos contra el veneno de abejas y por ello , el organismo humano no se acostumbra a éste. las picaduras repetidas o las inyecciones de la apitoxina en el organismo son cada vez más efectivas.
-En dosis próximas a las tóxicas, es capaz de alterar los procesos de regulación normal, inhibe la actividad reticular descendente y ascendente, y ejerce una fuerte influencia sobre las regiones superiores del sistema nervioso central, en particular la corteza de los hemisferios.
Es la sustancia antibiótica más activa entre las conocidas. Es 500 000 veces más fuerte que cualquier otro antibiótico conocido.
El efecto bactericida de una solución de veneno a 1% se obtiene en las concentracion es siguientes:
GRAMPOSITIVOS.
-00.15mg/ml para Staphylococcus aureus
-0.31mg/ml para Streptococcus pyogenes
-0.62 mg/ml para Streptococcus faecalis.
-2,50 mg/ml para Diplococcus pneumoniae
Gramnegativos:
-0.62 mg/ml para Escherichia coli y Salmonela typhi
0.15 mg/ml para Proteus Vulgaris.
1.20 mg/ml para Klebsiella pneumoniae
2.5 mg/ml para Haemophylus influenzae y Pseudomonas aeruginosa.
Grampositovos no esporulados:
0.31 mg/ml para Neisseria catarrhalis.
1.20mg/ml para Candida albicans.
UN POCO DE HISTORIA.
La primera vez que se habló de APITERAPIA fue para hacer referencia al uso médico de las picaduras de abejas o apitoxiterapia.
Pero si me detengo a hacer un poco de historia, aquí no es porque los demás productos apiterapéuticos no tengan antecedentes antiquísimos, recordemos el uso del propóleo que hacían los antiguos egipcios, romanos, persas e incas, al igual que de la cera y la miel. Basta con buscar en el papiro de Ebers (1700 a.n.e.) en la Torá (Pentateuco), Profetas y otros libros bíblicos, en los escritos de Aristóteles, Plinio, Dioscórides, Galeno, Hipócrates, Varro, Avicena, y demás eruditos de la antigúedad, para trazar los antecedentes conocidos de la apiterapia con productos de la colmena.
En la historia de la medicina se destaca la figura del médico Philip Semmelweis, pionero de la antisepsia. Cuando en 1847 comenzó a trabajar en el departamento de Obstetricia de la Universidad Imperial de Viena, la mortalidad materna en éste era de 26%. Semmelweis planteó repetidamente que la causa de esa alta mortalidad era la sepsis puerperal provocada por las manos contaminadas de los cadáveres. Sus argumentos fueron rechazados una y otra vez por las autoridades de la Universidad, a pesar de que en 1860 Semmelweis había logrado reducir la mortalidad a casi 0.5%.
Semmelwieis no logró vencer la oposición a sus argumentos sólidos. En 1865, a los 47 años, murió en una manicomio cerca de Viena.
Años después Lister abodó por la antisepsia quirúrgica y hasta hoy es considerado como el Padre de la cirugía antiséptica.}Similar en muchos aspectos a la historia de Semmelweis fue la vida del médico Philip Terc, padre de la apitoxiterapia. Ambos se llamaban Philip, eran médicos austríacos, casi contemporáneos y tuvieron que enfrentarse al dogmatismo académico de la Viena del siglo XIX.
Ter 81844-1915) nacido en Praporiste, Bohemia, era reumático y sufría de intensos dolores articulares. Un día sentado en su jardín, en 1868, fue atacado de pronto por muchas abejas y a partir de entonces sus dolores comenzaron a desaparecer y los miembros adquirieron nueva movilidad.
A partir de entonces se dedicó a investigar la causa de su sorprendente cura y permaneció durante 10 años haciendo experimentos, pese a ser combatido y riduculizado por sus colegas.
En 1878 y 1889 presente ante la Universidad Imperial de Viena sus notables conclusiones sobre miles de pacientes tratados con éxito, pero se encontró con un auditorio hostil e instransigente, a tal punto que Terc decide irse de Viena por temor a que lo internaran en un manicomio. No obstante, dejó como testimonio de sus investigaciones varias publicaciones, además de un libro editado en 1910.
Tras el rechazo de las autoridades científicas austríacas a las investigaciones de Terc, otros médicos en Francia, Inglaterra, y Alemania, siguieron sus métodos y reafirmaron sus conclusiones.
Cada vez es más extenso el uso del veneno de abejas en el tratamiento de numerosas enfermedades y se cuentan por docenas los preparados con apitoxina comercializados por la industria farmacéutica.
En 1920 se inicia en Japón la acupuntura con abejas; La Apipuntura.
Desde entonces ha continuado el desarrollo de la apitoxiterapia y en estos momentos estas son las principales afecciones tratadas con apitoxina.
-Espondiloartritis deformante.
-Afecciones reumáticas (poliartritis reumáticas, miopatías, cardiopatías reumáticas)
-Poliartritis infecciosas no específicas.
-Afecciones del sistema nervioso periférico (radiculitus lumbrosacra, inflamaciones de los nervios ciático, femoral o facial, neuralgia intercostal, polineuritis, etc.)
-Ulceraciones tróficas y llagas atónicas.
-Vasculopatías quirúrgicas (tromboflebitis sin supuración, endarteritis, enfermedad arteriosclerótica de los vasos periféricos.
-Asma bronquial
.-Síndrome migrañoso
-Hipertensión arterial
-Iritis e iridociclitis.
-Síndrome de Méniere.
-Eccemas
-Psoriasis
-Epilepsia
-Aftas tróficas y heridas débilmente granulosas.
-Fiebre reumática aguda
-Endocarditis
-Mialgia y miositis
-Esclerosis difusa.
CONTRAINDICACIONES
Está absolutamente contraindicado aplicar la apitoxina con picaduras de abeja o el veneno de éstas en los siguientes casos:
-Hipersensibilidad (alergia al veneno)
-Diabetes
-Enfermedades infecciosas agudas
.Tuberculosis
-Albuminuria
-Enfermedades psíquicas
-Enfermedades del hígado y las glándulas suprarrenales en la fase de agudización.
Nefritis
-Sífilis
-Gonorrea
-Anemia}
-Trastornos hematológicos con disposición a anemia o hemorragia
-Agotamiento general del organismo
-Úlcera gástrica y duodenal con tendencia a hemorragias
Neoplasias (tumores malignos)
-período menstrual reciente.
_embarazo (primeros meses)
-Cardiopatías: afecciones cardiovascular crónica, aneurisma de la aorta, angina de pecho, arteriosclerosis, miocarditis.
-Insuficiencia cardíaca de segundo y tercer grados.
Tampoco se aplicará el tratamiento en pacientes con:
-Temperatura elevada
-Estrés emocional
-Astenia por insomnio
-Insuficiencia cardiorrenal.
ALERGIA A LA APITOXINA
Es importantísimo conocer si una persona posee hipersensibilidad o no al veneno de abejas antes de empezar cualquier tratamiento. Para ello usted puede realizar una sencilla prueba alérgica, para comprobar la reacción anafiláctica.. Consiste en aplicar intradérmicamente 0.1 ml. de veneno en el antebrazo. A las 24 h. se inyecta la misma dosis en la región lumbar. Si no hay reacción alérgica, puede realizar el tratamiento al cabo de otras 24 h.
Un 0.4-2% de las personas sufren una elevada sensibilidad al veneno de los himenópteros, incluída la apitoxina.
Aunque suceden muy raramente, se conocen 3 efectos nociv os graves por las picaduras de abejas.
Neurotóxico (parálisis del sistema nervioso)
2 Hemorrágico (aumento de la permeabilidad vascular de los capilares sanguíneos)
3 Hemolítico (destrucción de los glóbulos rojos)
PROCEDIMIENTO TERAPÉUTICO.
La terapia con veneno de abejas, una vez que usted se cercioró no ser alérgico a éste, no produce ningún efecto colateral adverso. No importa cuánto tiempo se haya usado. Es segura, efectiva y cuesta poco. Se pueden aplicar directamente las abejas al paciente para que lo piquen en la parte afectada de su cuerpo o usar inyecciones del veneno obtenido de las abejas y conservado en polvo en frascos estériles hasta que se disuelva.
Las principales formas de aplicación de la apitoxina son .
-Picadura directa de la abeja.
- Inyección de preparados estandarizados
-Ultrasonido (fonoforesis)
-Ionización
-Frotación mecánica.
-Inhalación
-Supralingual (bajo la lengua)
Para las personas que quieren ampliar sus conocimientos sobre el tema, les doy los domicilios de páginas donde encontrarán este tema ampliamente tratado.