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23 mayo 2016

ABEJAS EN FLOR DE CANNABIS - BEES IN FLOWER OF CANNABIS.

Nicolas Trainerbees, es el apicultor que ha conseguido que sus abejas hagan miel con resina de marihuana

Este apicultor francés se medica desde muy pequeño con cannabis y se define como un apasionado por la naturaleza y por el entrenamiento de todo tipo de animales.

Ambas circunstancias han contribuido a que lleve varios años investigando sobre cómo aunar las propiedades de la planta y de los insectos a los que dedica su vida.

Su resultado se llama 'cannahoney', un delicioso néctar que no ha dejado indiferente a nadie y que tiene que hacer frente a las restrictivas leyes de su país.




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03 mayo 2016

QUE ES EL EFECTO "GROOMING" O AUTODESPARASITACION??? - WHAT IS THE EFFECT "GROOMING" OR SELF DEWORMING???

El comportamiento de desparasitación entre abejas, conocido como «grooming», es un factor importante que hay que considerar como un criterio en la selección de reinas y como un factor de resistencia a enfermedades, ya que al parecer nos estaría indicando la presencia de una resistencia de la abeja a Varroa destructor, lo que a mediano plazo nos puede conducir a una disminución de los tratamientos con moléculas de síntesis. 

Bajo este enfoque, se podría obtener una tolerancia abeja-Varroa similar a la que presenta Apis cerana, la que cohabita sin problemas con Varroa, lo que a su vez sería ideal para nuestra apicultura. Los mecanismos de esta tolerancia son estudiados actualmente en diversos países y se apoyan en la particularidad biológica o de comportamiento de este tipo de abejas.

Esta selección de nuestra abeja melífera tolerante a Varroa, aún se encuentra lejos de conseguir la meta de fijar este carácter de tolerancia o resistencia, lo que nos permitiría un control eficaz de Varroa, que respete las abejas y sus productos, sin embargo existe un gran optimismo en el medio científico, ya que los trabajos relacionados con el comportamiento higiénico, muy desarrollado en cierto tipo de abejas, nos demuestran que estas son capaces de detectar la presencia de elementos patógenos en cría ya operculada y así eliminar las larvas enfermas.

Podemos decir que el efecto «grooming» o comportamiento de desparasitación (despiojado, auto-limpieza, acicalamiento, comportamiento higiénico, etc), se manifiesta en la práctica de dos formas diferentes:

a) Auto-»grooming» behavior: o “comportamiento de auto-limpieza”; es decir, un cepillado por parte de la abeja, de su propia cabeza, de su tórax y de su abdomen, con ayuda de su primer y tercer par de patas.

b) Allo-»grooming» behavior: o “comportamiento de alo-limpieza”; es decir, una limpieza de la abeja por parte de sus congéneres. Estas buscan activamente el ácaro, recorriendo con las antenas todo el cuerpo de la abeja infectada con el propósito evidente de eliminarlo.

La invasión de una colonia de Varroa a fines de verano está influenciado fuertemente por numerosos factores del medio ambiente, como el número de parásitos presentes al comienzo de la ovoposición, las interrupciones de estas, los parásitos introducidos por abejas que no pertenecen a la colonia, (foráneas) etc. Es por este motivo que hay que poner en juego los caracteres hereditarios que podamos medir y que contribuyan a promover la tolerancia a Varroa.

La presión que ejerce el ácaro Varroa destructor al interior de la colonia, obliga a ciertas abejas a atrapar los ácaros para mutilarlos parcialmente, este comportamiento de «grooming» se puede medir a través de la observación de los parásitos eliminados, aunque no podemos determinar si Varroa ha sido mutilada antes o después de la muerte del parásito.

En laboratorio, se puede observar el efecto «grooming» con la ayuda de cámaras infra-rojas. Si las obreras han sido marcadas, podemos individualizar aquellas particularmente activas que, en pequeñas colmenas huérfanas han sido obligadas a poner huevos, de allí nacerán zánganos que servirán para la inseminación instrumental de reinas. La descendencia de estas reinas mostrará una capacidad mejorada de defensa por auto-limpieza.

Mediante la observación de su apiario, el apicultor tiene que seleccionar una o varias colmenas que se “destaquen” por el número inferior de Varroa allí presentes. Para poder evaluar correctamente este comportamiento de auto-limpieza, es necesario equipar las colmenas seleccionadas con un piso enmallado (malla metálica o plástica de 2,5 a 3 mm.) al que a su vez se le acondiciona un cartón o papel untado en vaselina o grasa animal para que de esta forma los parásitos que se desprenden queden fijados a este. 

Después de un tiempo variable los parásitos eliminados se encontrarán en el piso en función de la intensidad de resistencia que presenten las abejas ya seleccionadas. 

Los parásitos examinados bajo la lupa binocular mostrarán diferentes lesiones:

*** Caparazón dorsal hundido, que revela la acción de las mandíbulas de la abeja.

*** Primer par de patas ausentes (en Varroa destructor estas sirven de antenas). El ácaro, privado de informaciones del medio exterior, se descuelga de la abeja.

*** La ventosa terminal de las patas destruidas. La fijación en su huésped de Varroa destructor resulta así problemática.

By: Roberto OLMEDO ULLOA Ing. Ejec. Agrícola – Apidólogo Bruselas.

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28 marzo 2016

LOS ENJAMBRES - THE SWARMS.

Uno de los fenómenos más importantes relacionados con los colmenares tradicionales hace referencia a los enjambres.

Recibe el nombre de enjambre la salida de la colmena de una parte de las abejas obreras, entre 10.000 y 20.000, acompañadas de una reina y de unos pocos zánganos.

Este fenómeno que dependiendo de los años puede ser intenso o no, se debe al instinto de reproducción de la especie, y suele coincidir con el período de máximo desarrollo de la colmena.

Muchos colmeneros capturan todos los enjambres posibles, porque para ellos es la única forma de reponer las abundantes bajas invernales. Ya lo dice el refrán “de una colmena, ciento; y de ciento, una”, lo que indica la facilidad con la que puede aumentar el colmenar y la rapidez con la que desaparece.

Por eso, en verano, después de comer, los vecinos se dan una vuelta por su colmenar para ver cuántos enjambres tienen “posados”. Algunos, incluso, durante ese tiempo se pasan todo el día en el colmenar.

La salida del enjambre.

Los días previos a enjambrar, las abejas se muestran inquietas, disminuye su actividad de campo, se apiñan a la entrada de la colmena , forman la “barba” (acumulación de abejas inactivas) y se atiborran de miel para tener provisiones suficientes hasta que encuentren otro alojamiento.

La salida del enjambre, normalmente al mediodía, se convierte en un espectáculo emocionante, mezcla de alegría e incertidumbre. Antes de salir, se ven muchas abejas revoloteando alrededor de la colmena, con la cabeza inclinada hacia la piquera, alejándose y regresando de inmediato, hasta que se produce un zumbido especial por la salida masiva de abejas.

Luego se forma en el aire como una nube que parece inmóvil hasta que sale la reina y toma la decisión de “posarse” o emprende el vuelo. A veces la reina tarda en salir, por lo que el grupo retorna una y otra vez a la colmena.

Lo normal es que el enjambre se pose en un arbusto próximo al colmenar, especialmente si es el primero del año porque lleva la reina madre y al estar fecundada tiene dificultades para volar, adoptando el típico aspecto de piña o de racimo, para desde allí enviar a las abejas exploradores (unas 50 por colonia) con el fin de encontrar un alojamiento definitivo.

Para evitarlo, los colmeneros colocan sobre una rama o un palo clavado en el suelo una amalgama de hojarascas o ramaje que llaman “poner sobras” para, como decimos, atraer a los enjambres e impedir que se marchen.

Persecución

Cuando el enjambre no se “posa” en el entorno del colmenar, la nube de abejas se traslada a baja altura, entre los 20-25 kms. por hora.

Yo pienso que esas creencias no tienen fundamento científico ni dan resultado, sino que sirven para alertar a los demás de que ese enjambre ya tiene dueño.

Lo más probable es que esta costumbre de perseguir a los enjambres con ese alboroto proceda de la época romana, en que el dueño del enjambre para acreditar la propiedad del mismo tenía que seguirlo por el campo repleto de agricultores, y lo hacía voceando y haciendo ruido, para dejar constancia de la pertenencia de aquella nube de abejas viajeras.

Sí parece eficaz, sin embargo, lanzar sobre el enjambre chorros de agua a modo de lluvia, arrojar puñados de tierra al aire o deslumbrar a las abejas con espejos, pues, quizás, con esos efectos, se simula una especie de tormenta imprevista que puede llevar a las abejas, asustadas y confusas, a aterrizar apresuradamente.

Recogida

Una vez que la reina aterriza, es rodeada por sus súbditas y se forma un racimo bien compacto. Y, como el tiempo que permanece parado el enjambre es variable, entre varias horas y dos días, no debe demorarse la recogida del mismo no vaya a ser que tras una breve pausa emprenda de nuevo el vuelo.

El enjambre, una vez asentado, se debe recoger con calma y sin movimientos bruscos, variando el modo de proceder dependiendo de la situación en que se encuentre: si el racimo de abejas está en el suelo, entre las hierbas, lo mejor es acercar un cajón o enjambrera.

Con un poco de humo conseguiremos que las abejas entren por sí mismas; si el enjambre está colgado en una rama a gran altura, se puede emplear un artilugio casero a modo de saco abierto, suspendido en el extremo de una barra o palitroque.

 Ese recipiente se coloca debajo del enjambre y con un golpe seco sobre la rama se hace caer dentro la masa de abejas; si las abejas están suspendidas de una rama pequeña, se la corta con una tijera y se traslada en la misma al nuevo alojamiento. 

Instalación en la colmena

Una vez que el grupo de abejas se ha apaciguado se sacude dentro de la colmena.

A veces las abejas no aceptan la nueva morada, marchándose una y otra vez. Para impedirlo, es bueno rociar la colmena con agua miel.
En el supuesto de que nadie recoja el enjambre se vuelve errante hasta que él mismo se mete en un hueco de árbol, en una chimenea, en el caño del techo de una casa, en el hueco de una persiana, etc.

Hay colmenas muy propensas a enjambrar hasta tal punto que llegan a emitir hasta diez o doce enjambres cada año, cada vez más pequeños y que el colmenero abandona.

Salvo el primero, que suele ser el mejor, todos los demás llevan reina joven sin fecundar, por lo que vuela con gran facilidad y no suele posarse cerca del colmenar.

Por: Félix Herrero García.


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27 marzo 2016

IMÁGENES ESPECTACULARES DE APICULTURA CHINA - SPECTACULAR IMAGES CHINA BEEKEEPING.

La Reserva Natural de Shennongjia en China, establecida en 1982, se encuentra en el noroeste de la provincia de Hubei y ocupa una superficie de 70.467 hectáreas, con una cobertura forestal del 96 por ciento. Desde 1990 es parte del Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la UNESCO.


Cientos de colmenas cuelgan de la pared de un acantilado de la reserva natural de Shennongjia, en China, para imitar el hábitat natural de los insectos con la esperanza de atraer a las abejas silvestres. 

Las cajas de madera están ancladas a la roca, de tal manera colocadas que el apicultor las utiliza como escalera para subir de una a otra. China produce actualmente la mitad de la miel en el mundo.








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