23 abril 2011

LAS CUATRO RAZAS DE VALOR ECONÓMICO RECONOCIDO - Parte 3

De: La colmena y la abeja melífera Por: F. Ruttner       
Es mucho más fácil describir la aparición de una raza, que su naturaleza y valor económico. Es factible estudiar las características de sus cuerpos en una docena de muestras provenientes de regiones geográficas diferentes, en un laboratorio tranquilo. Pero, para determinar el valor económico deben observarse por lo menos el mismo número de colonias durante varios años y aún así la evaluación puede no resultar totalmente válida. Esto se debe a que los aspectos de importancia para su existencia, así como su valor económico muestran frecuentemente una mayor variabilidad que, por ejemplo, las nervaduras en las alas las cuales biológicamente no son importantes. ES fácil reconocer las causas de esta variabilidad.
Vamos a tomar, por caso, la inclinación hacia la enjambrazón. Esto puede ser una gran ventaja para la colonia durante un año bueno y puede llevar a la destrucción de la colonia en un año malo. La selección trabaja, por lo tanto, a veces en una dirección, a veces en la dirección contraria y mantiene cierta variabilidad automática, también dentro de una sola cepa. Los apicultores se interesan por muchos aspectos característicos, pero sólo una parte de los mismos son compartidos por la totalidad de la raza y aún en ese caso pueden esperarse diferencias limitadas. Además, la evaluación de las mismas abejas podría dar resultados diferentes en ambientes distintos y en circunstancias disímiles.
Tratándose de las tres razas europeas podemos superar estas dificultades; fuerno probadas y comparadas tantas veces que una evaluación válida y correcta resulta factible.
Si evaluamos, por ejemplo, a la “abeja italiana”, debemos tener en mente que esto significa hablar de un tipo promedio y que algunas cepas de esta raza, que podría ser la que hemos seleccionado, puede mostrar un comportamiento diferente. Deseamos describir estos aspectos “típicos”en la forma más objetiva posible y no queremos empezar con los encabezamientos comunes de “ventajas” y “desventajas”. La evaluación de estos términos, basados en circunstancias fijas, sólo podría ser muy subjetiva.
La poca habilidad para invernar, que resulta una seria desventaja en regiones más frías, no tiene ningún significado en climas cálidos, una gran mansedumbre, que con justa razón es generalmente muy apreciada, puede llevar al exterminio una colonia en determinado lugar debido a una auto defensa inadecuada. Cada apicultor debería clasificar por sí mismo las características de las abejas en deseables o indeseables. No existe una “abeja absolutamente superior” para toda circunstancia. Por estas razones no prestaremos demasiada atención a las comparaciones corrientes como ser la capacidad de producción de miel de las razas. Estos conceptos son únicamente válidos bajo condiciones inmutables. Los resultados, con frecuencia contradictorios de estas comparaciones fundamentan tal afirmación (abushady, 1949). Son más convincentes los ensayos llevados a cabo con una serie de cepas de la misma raza durante periodos largos; las comparaciones en gran escala han llevado al reemplazo de una raza por otra (abejas oscuras por la italiana en los EE.UU., abejas sirias por las italianas en Israel y abejas oscuras por las carniolas en Alemania).
Hoy día es común el uso correcto de los nombres científicos en forma abreviada en lugar de los nombres populares de las razas. Así decimos la Melífera, la Lingústica (nombre de la raza de abejas de Italia ), la Cárnica y la Caucasiana.
Las abejas negras (Apis mellifera mellifera L.)
País de origen: Todo el norte de Europa, oeste de los Alpes y Rusia Central. Las abejas de la Península Ibérica se hallan estrechamente relacionadas con la abeja oscura (Hermano Adam, 1957). Desde el siglo 17 las abejas oscuras fueron llevadas, cruzando el Atlántico a América del Norte y del Sur y cruzando los Montes Urales a Siberia. Pero durante las últimas décadas el desarrollo de la apicultura moderna no resultó favorable para ellas y perdieron terreno prácticamente en todas partes. Como raza pura tienen actualmente significancia local en algunas partes de España, Francia, Polonia y Rusia; algunos apicultores crían algunas líneas seleccionadas de ellas en Suiza (la línea Nigra), en los Alpes de Austria, Gran Bretaña y Escandinavia. En otras partes han sido cruzadas con Cárnica, Ligústica, o Caucásica o fueron desplazadas por completo.
Aspecto: Abejas grandes con lenguas cortas (5,7 a 6,4 mm), abdomen ancho, color de la quitina muy oscuro y uniforme, parcialmente con pequeñas manchas amarillas en el 2º y 3º tergito, pero sin bandas amarillas. Largos pelos cubren su cuerpo, tomentos angostos y dispersos. Pelos en el tórax de los zánganos marrón oscuro, a veces negro. Índice cubital chico (1,3 a 2,1, promedio de 1,5 a 1,7).
Comportamiento: Generalmente nerviosas al aire libre, ellas abandonan rápidamente el panal. Con frecuencia, pero no siempre, agresivas. De desarrollo algo lento en primavera, hasta llegar a colonias de tamaño mediano. Presentan colonias fuertes a fines de verano y durante el invierno (curva de desarrollo llana, Ruttner, 1960). Escasa disposición hacia la enjambrazón. (La famosa “abeja del brezo” (abeja Holandesa) de otros tiempos, procedía de una línea especial de esta raza, como resultado de largos años de cruzamientos y selección por su inclinación hacia la enjambrazón). Presenta buena invernada bajo condiciones climáticas severas. Muchas veces se ha elogiado el comportamiento trabajador de esta raza (Hermano Adam, 1966), pero durante el flujo del trébol la abeja oscura resulta muy inferior a las razas de lengua larga. Es susceptible a enfermedades de la cría y a la polilla de la cera.
La abeja oscura se desarrolló bajo la influencia de los climas templados del oeste europeo equilibrados por el océano. Por esta razón no es grande su producción de cría; el desarrollo primaveral es tardío. Con los adelantes de la agricultura moderna la producción de miel de la abeja oscura quedó en inferioridad frente a otras razas, especialmente en primavera. Así, la apicultura moderna, con algunas pocas excepciones, no prefiere a la abeja oscura. Según el Hermano Adam (1957), esta abeja es superior a cualquier otra raza durante el flujo del brezo en Inglaterra y Noruega. Siempre tienen suficiente miel en los panales de la cámara de cría y existe muy poco peligro de que pueda morirse de hambre. En zonas pobres, las demás razas consumen muchas veces toda su miel, mientras que la abeja oscura es ahorrativa y con su economía en el trabajo siempre produce algún excedente.
En Francia, Louveaux (1969) pudo demostrar la existencia de por lo menos tres ecotipos diferentes de la abeja negra cuyo ritmo de cría guarda determinada correlación con el ciclo local y estacional de flujo de miel.
En la región de París, cuyo principal flujo de miel proviene de árboles frutales, nabo silvestre (colza) y robinia, se desarrolló a principios de la temporada, un ecotipo con un ciclo que comienza temprano y declina rápidamente. En la región del brezo del Sudoeste (Landes) existe un ecotipo con un ciclo veraniego de comienzo lento, pero prolongado. El tercer ecotipo, en Provenza, mostró características del ciclo Mediterráneo: Un comienzo muy temprano en primavera y un segundo repunte de cría en otoño. Las colonias de determinados ecotipos, que fueron transportadas a otras regiones con diferentes plantas melíferas, mantuvieron la tendencia de su ciclo de cría hereditario, a pesar del cambio de ambiente; no se adaptaron y en todo caso resultaron inferiores en rendimiento de miel a las abejas indígenas.
Queda pendiente la cuestión de si la abeja oscura, luego de una selección cuidadosa, en zonas determinadas, podría revestir importancia en el futuro. Si se la cruza con otras razas, su descendencia híbrida demuestra una vitalidad y rendimiento poco usual, pero al mismo tiempo se mantiene su fuerte tendencia a picar, una mala costumbre que reviste importancia.
Las abejas Italianas (Apis mellifera ligustica Spin.)
Dzierzon llevó las primeras “abejas amarillas” desde Venecia a Alemania, en 1853. En base a sus informes entusiastas llegaron poco tiempo después (1859) las primeras reinas Italianas a los EE.UU. Aquí, al igual que en otros países, la abeja Italiana llegó a ser la abeja comercial. “Es dudoso que la apicultura pudiera haber sido capaz de realizar los grandes progresos de los últimos 100 años sin la abeja Italiana” (Hermano Adam, 1966). Tanto en Italia, cerca de Bolonia, como en los EE.UU., urgieron empresas productivas de cría que enviaron las reinas de esta raza a todas partes del mundo.
País de origen: Italia, con excepción de Sicilia.
Aspecto: Tamaño algo menor que la mellifera, con un abdomen fino y lenguas relativamente largas (6,3 a 6,6 mm). El color de la quitina del abdomen se aclara a nivel del esternón, como también en los primeros dos a cuatro tergitos (bandas amarillas en sus partes delanteras). En su país de origen primitivo demuestran grandes variaciones, tanto en la extensión como en las tonalidades del amarillo; existen colonias con bandas anchas y claras y otras con marcas más pequeñas de tonalidades de marrón (Goetze, 1964; Hermano Adam, 1966). Las abejas de color claro tienen muchas veces un escutelo amarillo, similar al de la abeja chipriota. Existen formas Muy claras de Ligústica, sólo con una pequeña mancha negra en la punta del abdomen, que se conocen como “abejas doradas” (Aurea).
También los pelos de la Ligústica tienen un color amarillo; esto resulta fácil de distinguir especialmente en los zánganos.
Los pelos que cubren el cuerpo son cortos, los tomentos anchos y denso. El índice cubital varía desde mediano a alto (2,0 a 2,7 con promedios de 2,2 a 2,5)
Comportamiento: La tranquilidad sobre el panal es variable, pero en general es buena. Habitualmente mansa. Tiene una disposición extraordinariamente fuerte a producir gran cantidad de cría; las colonias comienzan con la postura al comienzo de la primavera y mantienen un área de cría grande, sin tener en cuenta los flujos de néctar; esto sucede hasta fines de otoño (ciclo de cría del Mediterráneo). De esta manera se desarrollan colonias excepcionalmente fuertes, que muestran una buena performance, especialmente a mediados del verano. KA pesar de su fuerte disposición a la producción de cría, su inclinación hacia la enjambrazón es escasa, ahorrando así mucho trabajo durante la temporada principal. Realizan la invernada con colonias fuertes y con alto consumo de alimentos. En las latitudes nórdicas la invernada causa dificultades; hay una pérdida de obreras debido a la cría temprana y en consecuencia el desarrollo es lento y tardío en primavera. En caso de poco flujo de néctar en verano, fácilmente se produce escasez de alimentos, porque el consumo es alto. La lengua larga de la Italiana hace factible el aprovechamiento del trébol rojo. En esta raza se ha elogiado muchas veces el buen instinto para la construcción; cubre la miel con opérculos de un blanco brillante y ninguna otra abeja produce miel en panales tan hermosos como la abeja Italiana.
La Ligústica es hija del clima Mediterráneo: inviernos cortos, benignos y húmedos, veranos secos con un prolongado flujo de néctar. La abeja Italiana ha resultado excelente en climas similares durante muchas décadas, pero no tiene defensas frente a inviernos más largos y primaveras tardías con temporadas de temperaturas bajas. Siempre ha sido difícil para razas de climas templados y cálidos aclimatarse en zonas frías. En Europa esto puede apreciarse fácilmente; se han hecho muchas tentativas fallidas con abejas Italianas que fueron llevadas al norte de los Alpes. Por más de 100 años se importaron continuamente, pero nunca fueron capaces de aclimatarse en forma satisfactoria.
Por otro lado debemos subrayar la buena capacidad de la Ligústica cuando hay buen flujo. Además de la fuerza de la colonia, contribuye mucho la especial astucia de esta raza para la pecorea, auque puede llevarlas también al pillaje entre diferentes razas, siempre es la Italiana la que lo inicia, sin que haya diferencia alguna según procedan de Italia o de EE.UU. Si se abre una colonia nueva durante una época de poco flujo de néctar, muy pronto aparecerá la primer exploradora amarilla.
En sentido de orientación sólo tiene importancia en apiarios donde residen numerosas colonias muy juntas, como en las casas de abejas de Europa central. El sentido de orientación de la abeja Italiana ha demostrado ser bastante débil en esos casos y las abejas se equivocan muchas veces de colonia.
Según Alpatov (1929), las abejas Italianas llevadas a los EE.UU. muestran las mismas características que las Italianas en su país de origen. La única diferencia consiste en que se acentúa el color amarillo, resultado éste, de una preferencia por abejas de color claro uniforme. Siguiendo el mismo esquema que esta preferencia por el color, se produjo una cierta selección en los EE.UU. en lo que se refiere a cantidad de cría a desarrollarse, tranquilidad sobre los panales y disposición hacia ciertos flujos. Si hablamos entonces de una “abeja americana”, queriendo significar “una línea americana de Apis mellifera ligustica”, estamos perfectamente justificados.
Las abejas Carniolas. (Apis mellifera cárnica Pollmann)
País de origen: La parte sur de los Alpes Austriacos y el Norte de los Balcanes (Yugoslavia). Cárnica en un sentido más amplio: Macedonia con todo el valle del Danubio (Hungría, Rumania y Bulgaria). Las abejas de estas zonas no difieren en sus características externas de la Cárnica de los Alpes y por cierto pertenecen a la misma unidad sistemática. La línea que limita su zona al este, no está claramente definida; la “abeja de las estepas” (A. mellifera acervorum Alp.) del sur de Rusia es parecida a la Cárnica y forma una transición gradual hace la abeja oscura.
La difusión de la Cárnica, especialmente durante las últimas décadas ha aumentado mucho. Se pueden distinguir dos etapas en la utilización económica de estas abejas: 1. Antes de la Primera Guerra Mundial fueron enviadas por millares en cajas rudimentarias de madera sin marcos (colmenas rústicas de Carniolas). Aumentaron por simple enjambrazón natural, pero los resultados con estas abejas, seleccionadas según su inclinación para la enjambrazón, fueron muy decepcionantes. Algunas de ellas existen todavía en Carintia y Eslovenia, pero su capacidad productora de miel es completamente inadecuada. 2. Aproximadamente a partir de 1930 se ha llevado a cabo en Austria un programa de cría bien planificado; ciertas líneas fueron seleccionadas teniendo en cuenta la capacidad productora e inclinación por la enjambrazón. Estas líneas se conocen bajo la denominación de abeja cárnica.
Aspecto: Generalme4nte bastante similar a la Ligústica. Delgada con lenguas largas (6,4 a 6,8 mm) Pelos cortos y densos (“abeja gris”). Manchas de quitina, a veces una banda de color marrón cuero. Color de los pelos de los zánganos, gris o gris tirando al castaño. Índice cubital muy alto (2,0 a 5,0, promedio 2,4 a 3,0).
Comportamiento: La cárnica es la raza más tranquila y más mansa según el Hermano Adam (1966). Se pueden dejar los panales fuera de la colmena por largo tiempo y si la línea de abejas es buena, ni una sola saldrá del panal. Su ritmo de producción de cría es muy intenso y progresivo. Inviernan en colonias pequeñas con poco consumo de alimento. La cría comienza con la primera entrada de polen y luego se produce un desarrollo rápido. Durante el verano la Cárnica mantiene sólo una cámara de cría grande, siempre que el suministro de polen sea adecuado; la cría se limita en caso de poco flujo de polen. En el otoño la población de la colonia se reduce rápidamente. Sería completamente imposible para la Cárnica invernar con colonias fuertes como la Ligústica. Sin embargo, su invernada es muy buena, aún bajo condiciones climáticas desfavorables. Existe una fuerte disposición hacia la enjambrazón que acompaña el rápido desarrollo de las colonias y su gran vitalidad, pero esta tendencia puede disminuir por selección.
Tiene un muy buen sentido de orientación y ninguna inclinación por el pillaje. Son poco propolizadoras. El Hermano Adam (1966) encontró que el instinto de construcción en la Cárnica es demasiado débil; nosotros no estamos de acuerdo con esta afirmación. Aprovechan bien el trébol rojo. Las enfermedades de la cría son prácticamente desconocidas en el país de origen de la Cárnica. Esto parece ser un aspecto excepcional de esta raza, porque allí no se aplican medidas higiénicas especiales en los apiarios. Hasta ahora no se ha dado ninguna explicación frente a este hecho curioso.
La Cárnica se desarrolló en una parte de Europa donde el clima recibe la influencia de fuertes movimientos de aire continental, consecuencia de inviernos largos y riguroso y veranos con altas temperaturas luego de primaveras cortas. Por causa de estas circunstancias, la característica particular de esta abeja es su vitalidad y una reacción rápida y enérgica frente a cualquier cambio de ambiente. Es la “abeja del flujo primaveral por excelencia”, debido a su buen desarrollo en primavera (Hermano Adam, 1966). En Europa Central con flujos primordialmente tempranos e inviernos largos, muchas veces rigurosos, es ésta la raza más popular entre los apicultores. Los cruzamientos con otras razas producen colonias con muy alta producción de cría y vitalidad. Después de la abeja Italiana. Es la Cárnica la raza que en años recientes llegó a extenderse más ampliamente por todo el mundo.
Las abejas Caucásicas (Apis mellifera caucásica Gorb.)
País de origen: Los altos valles del Cáucaso Central (abejas de Gruzinia y Mingrelia).
Aspecto: La forma y tamaño del cuerpo y pelos son muy parecidos a los de la cárnica. El color de la quitina es oscuro, pero frecuentemente tiene manchas marrones en la primer banda del abdomen. Los pelos de las obreras de la Cárnica tienen una mayor tendencia al gris castaño; en el caso de la Caucásica son gris plomo. Los pelos sobre el tórax de los zánganos son negros. Tienen lenguas muy largas (hasta 7,2 mm). El índice cubital es mediano. Otras diferencias sólo pueden determinarse por métodos biométricos.
La realización de análisis biométricos extensivos, demostró la existencia de muchas formas locales en el área del Cáucaso (Alpatov, 1948). En los bajos transcaucásicos, durante el proceso de evolución, numerosos tipos de transición llevaron a la abeja a un color más amarillo (A. mellifera remipes). Tampoco la abeja Caucásica tiene un color uniforme en su país de origen y la “abeja gris puro” es más bien un ideal del criador que una realidad en la naturaleza.
Comportamiento: Tenemos menos datos para la evaluación de la abeja caucásica que en el caso de las otras tres razas previamente estudiadas. Pero todos los experimentos que repetimos nosotros, los realizados en otros institutos y por apicultores individuales, dieron los mismos resultados. La mayoría de las reinas importadas procedían de la Estación de Cría Krasnaja Poljana (cerca de Soci) y fueron gentilmente cedidas por el Instituto de Investigación Apícola Rybnoe, Rjasanskoi Oblast, URSS. Los experimentos más extensivos fueron llevados a cabo en Rusia.
Su mansedumbre y tranquilidad sobre los panales son las características que generalmente se ponen en relieve para la abeja Caucásica. Son activas productoras de cría, levantando colonias fuertes; sin embargo no llegan a la plenitud de sus fuerzas hasta mediados de verano. Su tendencia por la enjambrazón es débil. Utilizan grandes cantidades de propóleo; en otoño, la entrada está cerrada por una cortina de propóleo, exceptuando  una abertura muy pequeña. La invernada en las regiones nórdicas no es muy buena, debido a su susceptibilidad frente al Nosema. (Taranov, observación personal). En Rusia, su producción de miel es definitivamente mejor que la de la abeja oscura, pero su rendimiento en el trébol romo no conforma las expectativas que despertó basadas en el largo de sus lenguas. Los opérculos de su miel son chatos (oscuros). Tienen inclinación a equivocarse de colmena y al pillaje.
Por cierto, esta raza ha de tener un rol importante en la cría de abejas, ya que algunas de sus cualidades son valiosas. Aunque se parece mucho a la cárnica, tiene características propias diferentes. En Europa Occidental, sólo se cría esta abeja con fines experimentales, debido a su susceptibilidad al Nosema y a su baja producción de miel comparada con la Carniola. Algunos criadores la usan para producir abejas híbridas (Radoev, 1969; Bornus, 1972).
Algunas formas locales de áreas de transición. Deberían mencionarse algunas formas que fueron discutidas recientemente. La abeja Macedónica (A .mellifera cecropia Kiesw.) del sur de Yugoslavia y norte de Grecia fue descrita por Georgandas (1957). Luego de exámenes concienzudos, se comprobó que tanto esta abeja como la de los Cárpatos de Rumania, pertenecía a la raza Cárnica, representando, sin embargo, ecotipos sureños especiales. No han demostrado un rendimiento mejor que las otras Cárnica bajo las condiciones climáticas de Europa Central.
La abeja de Anatolia fue probada durante varios años por el HERMANO Adam (1966). Sin embargo, su nombre se refiere sólo a su origen y no a una raza distinta. Según Bodenheimer (1941) y el Hermano Adam, aparecen varias subrazas diferentes en Anatolia; no se ha establecido todavía una clasificación aceptable.
APROVECHAMIENTO DE LAS DIFERENCIAS NATURALES ENTRE ABEJAS
Una economía apícola exitosa necesita, n o sólo buena floración y apicultores ambiciosos, sino, en primer lugar, una abeja capaz. Vigor y capacidad de desarrollar la colonia, mansedumbre y tranquilidad sobre el panal, y la capacidad de recolectar grandes cantidades de reservas, son las cualidades primarias en la abeja. El medio ambiente puede requerir otras características como robustez frente al invierno. Resistencia a enfermedades específicas, respuesta en producción de cría en lo que concierne a variaciones en temporadas y sentido de orientación. No puede esperarse de la selección natural el desarrollo de una raza que cumpla perfectamente con las necesidades del apicultor moderno.
Pero al comparar las características típicas de las diferentes razas, queda demostrada la existencia de algunas que se acercan más al ideal que otras. A veces es factible, simplemente, reemplazar una raza natural con otra, a fin de aumentar la producción. Como ya se mencionó, esto ha sido llevado a cabo en varias oportunidades. Por cierto que en el caso de un traslado de raza, habría que considerar cuidadosamente las condiciones climáticas del país de origen. Las abejas de un clima moderado, difícilmente pueden adaptarse a un medio ambiente riguroso.
Se puede lograr un aumento adicional en la producción por medio de la selección dentro de una raza. Hasta cierto punto, los resultados de este método han demostrado ser satisfactorios, cuando el criador es capaz de evitar una consanguinidad demasiado intensa. Esta consanguinidad generalmente disminuye la fertilidad y el vigor de la colonia, llegando en casos extremos a tal punto que ésta es incapaz de sobrevivir sin el agregado regular de cuadros con cría provenientes de otras colonias (Mackensen, 1956).
En toros campos de cría animal han logrado razas sintéticas, generalmente por cruzamiento de razas de diferentes zonas geográficas y por larga selección y consanguinidad, desarrollándose una nueva combinación estable. Hasta ahora, en la cría de abejas dicho método se ha utilizado poco, debido a las dificultades de control en el apareamiento, aunque existen grandes posibilidades en este campo (Hermano Adam, 1966).
En el cultivo de plantas se usa hoy día el efecto de heterosis (vigor híbrido) en alto grado. El trigo híbrido es el mejor ejemplo de lo que puede lograrse con esta técnica. Sólo pocas especies de animales consiguen adaptarse a este método; la abeja melífera es una de ellas, debido al gran número de su descendencia que supera a los padres y esto pude alcanzarse, en el caso de la abeja, en dos formas diferentes:
1.- Abejas híbridas o doblemente híbridas, de líneas sanguíneas. Los métodos clásicos utilizados en la producción de trigo demuestran también resultados muy promisorios en la cría de abejas (Cale, 1957, Cale y Gowen, 1956). Tanto en postura de huevos, como en la producción de miel, las híbridas sobrepasan las líneas testigo. El aumento en producción llegó al 34%.
2.- Cruzamiento entre dos razas geográficas. El vigor híbrido también se obtiene en muchos casos cuando se cruzan dos razas geográficas, sin consanguinidad previa. Dado que generalmente existen grandes diferencias genéticas entre razas, los resultados exceden a los que se consiguen por cualquier otro método, pero no siempre pueden repetirse. Sin embargo debemos llamar la atención sobre el hecho de que en un considerable número de experimentos los cruzamientos no mostraron ningún vigor híbrido. La siguiente lista nos dará una sinopsis de los resultados positivos obtenidos por algunos autores (Ruttner, 1968, Bornus, 1972).

Cruza
Aumento en producción de miel
Melífera x Cárnica
31%  comparado con los mejores padres (seleccionadas  Cárnicas, Ruttner, 1968)
55%  con Melífera (Bornus, 1972)
Cárnica x Melífera
33%  comparado con la Cárnica. Muy agresiva.
Ligústica x Cárnica
70%  comparado con la Cárnica. Agresiva.
Cárnica x Ligústica
10%  comparado con la Cárnica. Mansa.
Ligústica x Melífera x Mel.
153%  comparado con la Melífera.
Caucásica x Melífera
15 a 66%  comparado con la Melífera.
Caucásica x Ucraniana
65 a 165%  comparado con abejas locales.

La capacidad de combinación dentro de una raza geográfica puede dar lugar a características diversificadas. En los cruzamientos no todas las líneas de dos razas producen el mismo efecto beneficioso de heterosis. La capacidad de combinación específica debe probarse en cada uno de los casos. Otra dificultad en los cruzamientos surge del desarrollo de características negativas en muchos casos. La híbridas extraordinariamente vigorosas y robustas (melífera x Cárnica) son muy agresivas; las cruzas de Caucásica x Cárnica son las mejores en lo que se refiere a producción, desarrollo y comportamiento, pero durante los inviernos fríos son muy susceptibles al Nosema. A pesar de todo esto, es evidente que los cruzamientos bien planificados jurarán un rol extraordinario en la apicultura del futuro.
La realización de cruzamientos entre diferentes líneas (ecotipo9s) de la misma raza pueden significar rendimientos considerablemente más altos que los testigos puros. Nosotros hemos realizado una serie de experiencias durante varios años con cruzas entre Carniolas seleccionadas de Austria y de Yugoslavia. La diferencia frente a Carniolas no cruzadas era de 67% en un caso y 39% en otro.

RAZAS DE ABEJAS EN EL MUNDO – Parte 2

Generalmente las razas de Apis mellifera pueden dividirse en tres grupos:
1.- Razas europeas
2.- Razas orientales
3.- Razas africanas
Es posible determinar cierto parentesco entre estos tres grupos, por ejemplo entre la abeja oscura europea y la abeja Tell del norte de África y entre las abejas caucásicas, de Anatolia y las carniolas.
La Fig. 6, demuestra la distribución geográfica de las razas más importantes. Sin embargo, no está completo el mapa, ya que algunos territorios no han sido explorados suficientemente y no es posible emitir un fallo exacto en este momento. Esto es cierto, por ejemplo, en lo que se refiere a las abejas de Irán y Anatolia, que jugarán probablemente un rol específico en el futuro de la cría de abejas.
Las cuatro razas que adquirieron importancia en la cultura apícola moderna se discutirán detalladamente en este capítulo. Las demás razas sólo serán mencionadas brevemente, pues o no han sido investigadas a fondo, o han fallado frente a los requerimientos de la apicultura moderna.
La abeja chipriota, A. Mellifera cypria (igual que la italiana, pero más pequeña y cuyo color en lugar de amarillo es más bien rojizo o zanahoria), Lo mismo sucede con su pariente cercana, la abeja de Siria, A. M. Syriaca. Debido a su rendimiento inferior, esta abeja ha sido reemplazada sistemáticamente, a partir de 1948, por abejas italianas importadas desde los EE. UU. (Blum 1951).

Emitir un juicio final sobre estas razas y otras menos conocidas, sería prematuro. Algunas de ellas pueden imponerse mediante ciertas combinaciones de cruzamientos. Las variaciones naturales de la abeja melífera son grandes y esto provee un material muy valioso para la cría de abejas en el futuro (Hermano Adam, 1966).
Abejas africanas: una de las razas del grupo africano ha adquirido gran notoriedad en años recientes, debido a su rápida dispersión por el continente americano. En África se distinguen cuatro razas de abejas, dos de ellas al norte y dos al sur del Sahara:
La abeja Tell (Apis mellifera intermissa) ocupa los países del Maghreb, desde Marruecos hasta Libia. Es una abeja pequeña, muy oscura, con pilosidad escasa y corta, agresiva y con gran tendencia a la enjambrazón, pero excelente para la producción de miel bajo las condiciones climáticas extremas del norte de África. La abeja amarilla del oasis del Sahara, que es llamada abeja del Sahara (Haccour, 1960), parece ser simplemente una sub-raza de la abeja Tell. Ambas razas forman un eslabón entre la raza de abejas del África Central A. m. Adansonii y las razas del oeste y norte de Europa (A. m. ibérica, A. m. Mellifera).
La abeja egipcia, Apis mellifera lamarckii (sin. A. m. fasciata), con bandas amarillas y tomentos blancos, se encuentra restringida en el Valle del Nilo al norte de Assuan.
La abeja del Cabo, Apis mellifera capensis, vive en un área muy limitada en la costa sudoeste de la República de Sudáfrica (región de la Ciudad del Cabo). Esta abeja tiene aspectos biológicos especiales; las obreras de esta raza tienen espermateca, pero mamás se la encontró llena de esperma (Anderson, 1961). En colonias  sin reina, las obreras comienzan prontamente a poner huevos que, en un alto porcentaje, sin haber sido fecundados dan origen a hembras. Por lo tanto pueden criarse reinas de estos huevos de hembras. Según Mackensen (1943), el mismo fenómeno ocurre en otras razas, pero sólo con una frecuencia muy baja.
La “abeja africana”, Apis mellifera adansonii cubre todo el continente entre el Sahara y el Kalahari. Según Smith, en Tanganica existen dos tipos diferentes, en la costa y en las montañas (litorea y montícola) y posiblemente un examen más profundo revelaría otros tipos diferentes en el área total de distribución. Pero, mientras nuestros conocimientos permanezcan tan fragmentarios como hasta ahora, todas las abejas de la parte central de África se clasifican como A. m. adansonii. Se trata de una abeja muy pequeña, con escasa pilosidad, pigmentación variable sobre el abdomen (aunque en su mayoría con una o más bandas amarillas y escutelo amarillo) y nervaduras alares características. Esta abeja tiene aspectos en común con la capensis (Fu Fraw, 1965) y la intermisa, pero se distingue fácilmente de todas las demás razas. Una gran parte de su territorio, que se extiende desde el Sudán hasta Sudáfrica está formado por bosques abiertos llamados Miombo y constituye una de las áreas más favorables para la apicultura en todo el mundo (Guy, 1972). La mayor parte de la cera de abejas que se ofrece en el mercado mundial procede de esta región, producida por colonias salvajes o semi-salvajes. Se caracteriza por las siguientes particularidades: Un clima caluroso con una estación prolongada y seca, pero no fría, flujo abundante de néctar y polen; muchos enemigos, incluyendo al hombre y los pájaros. La abeja adansonii está adaptada en excelente forma a estas condiciones. Para escapar de las sequías produce enjambres migratorios, como lo hacen otras abejas en Asia (A. cerana, A. florea y A. dorsata), desertando toda la colonia de su hogar, emigrando a través de largas distancias. Ya que aún los pequeños enjambres tienen una buena posibilidad de sobre vivir y como las pérdidas debido a enemigos y el clima son fuertes, las colonias se dividen varias veces al año, produciendo únicamente pequeños enjambres. Dado que en la mayoría de las zonas el clima es seco, las colonias pueden sobrevivir también en lugares sin protección (ramas de un árbol, agujeros en el suelo). Para defenderse contra sus enemigos, la abeja ha desarrollado un comportamiento altamente agresivo, así, y aunque es explotada en forma extensiva por cazadores de miel indígenas, esta abeja consiguió sobrevivir. En 19556 fueron importadas desde Sudáfrica a Brasil, algunas reinas de A. m. adansonii para mejorar el stock local que originalmente había sido importado desde Europa (Kerr, 1957). Se suponía que una abeja del trópico estaría mejor adaptada a un clima tropical que una abeja de zona templada. Se comprobó que esta suposición era correcta: las colonias se multiplicaron, emigraron y se hicieron híbridas, ocupando muy pronto todo el estado de Sao Paulo, donde habían sido introducidas. Posteriormente la adansonii avanzó a una velocidad de 160 a 320 kms. por año. En 1969 se había extendido a la Argentina y en 1973 a Venezuela. Se pronostica que esta abeja llegará al Canal de Panamá y lo cruzará dentro de pocos años (kempff Mercado, 1973). Dado que la zona de donde proviene esta raza en África está delimitada por la línea isoterma invernal de 20ºC (que corresponde aproximadamente a la latitud del trópico Norte y Sur), se supone que también en el Nuevo Mundo será éste su límite natural (kempff Mercado, 1973 Núñez 1973). La mayoría de las razas del sur (tales como la de Egipto y la de Tell), no formarán racimos invernales y por lo tanto no pueden pasar el invierno en climas fríos. Las implicaciones generales de esta invasión y en particular su repercusión en la apicultura por su agresividad y reducción en rendimiento de miel, han sido tratadas en un gran número de publicaciones (“committee on African Honey Bee”, Kempff Mercado, 1973, Núñez, 1973, Apimondia Congress, 1973). Consideremos ahora la cuestión de por qué permaneció inmutable el carácter indeseable de algunas pocas reinas, cuya progenie ha sido cruzada con millones de reinas y zánganos europeos. La respuesta está en una simple consideración genética: si la nueva colonia produce muchos enjambres por año y si cada enjambre encuentra suficiente alimento y logra vivir aún en lugares mal protegidos (o invade una colonia europea) y así tiene una alta posibilidad de sobrevivir, el valor selectivo de este tipo, frente al “europeo” fácilmente puede ser de 10:1 o más aún. De tal manera, el tipo “europeo”es excedido numéricamente y de continuo en un alto grado. Por supuesto que las abejas “africanas” de Sudamérica son ahora híbridas y es más correcto llamarlas “abejas brasileñas” (Kempff Mercado, 1973)( Esta denominación aún no ha sido aceptada).  Parece que no existen medios de erradicar los genes africanos en aquellas regiones donde las colonias silvestres pueden vivir sin control a la intemperie. Un método que compromete mejorar el Stock en el apiario, es el de cambiar las reinas de las colonias por hijas de carniolas o italianas puras (martín, 1973). La progenie de estos nuevos híbridos da rendimientos más altos y es menos agresiva que las “brasileñas”. Esto requiere, naturalmente, una importación continua o la inseminación artificial de stock europeo, así como el control de las reinas en sus colonias.

22 abril 2011

RAZAS DE ABEJAS – Parte 1

En todo el mundo, la abeja melífera es hoy día considerada un animal doméstico. La presencia de colonias silvestres resulta un fenómeno poco frecuente y temporal, al menos en zonas templadas. Sin embargo, la abeja melífera es mucho más antigua que el hombre y se desarrolló en su forma actual sin la interferencia humana. Esta es la diferencia fundamental entre la abeja melífera y otros animales domésticos, dado que todos los demás sufrieron cambios intensos debido a la intervención del hombre.
Hoy puede encontrarse la abeja melífera en todos aquellos lugares donde las condiciones climáticas hayan hecho posible su existencia. Su adaptabilidad es bastante sorprendente; su hábitat se extiende desde la línea ecuatorial hasta más allá del Círculo Ártico. Sin embargo, es necesario observar la diferencia entre abejas melíferas en los lugares en los cuales son autóctonas y las que se han establecido en territorios nuevos que fueran invadidos por ellas, reci8én después que el hombre blanco se afincara en el lugar. Las abejas melíferas llegaron por primera vez a estos territorios (América, Australia y Siberia) hace alrededor de unos 100 a 400 años. No difieren mucho en su apariencia de las abejas melíferas de sus países de procedencia (Alpatov, 1929). Sin embargo, presentan un desarrollo diverso: las abejas de los territorios nuevos han experimentado una variación menor que sus congéneres en sus países de origen. Ello es consecuencia del hecho que los millones de colonias que existen hoy en el Nuevo Mundo, descienden de un número relativamente pequeño de reinas que en aquellos días fueron traídas a través del mar.
En sus países de origen, o sea Europa, África y Levante, la abeja melífera estuvo librada durante mucho tiempo a la selección natural. En épocas lejanas la influencia del hombre sobre su hábitat era poca y probablemente sólo de significado local, tal como el establecimiento de colonias en alguna isla y en regiones semi-áridas (estepas). En las diferentes zonas, bajo la influencia de una selección consecuencia del clima, flora y enemigos, las abejas se fueron adaptando a las condiciones reinantes tal como sucedió con otros animales salvajes y plantas silvestres. Estos tipos se conocen generalmente como razas naturales, geográficas o subespecies “Raza” no tiene, por consiguiente, el mismo significado en la cría de abejas que en el caso de otros animales. “Raza” en la cría de perros, ganado o aves significa el resultado de una selección planificada por largo tiempo. Las razas geográficas de abejas son el resultado de la selección natural en su país de origen; así llegaron a adaptarse a su ambiente original, pero no siempre a las necesidades económicas del apicultor. Por consiguiente, no son el resultado, sino la materia prima para la selección de la cría.
Debemos tener plena conciencia de que las razas geográficas de abejas son unidades muy distintas que representan a genotipos muy diferentes, adaptados a distintos medios ecológicos. Aún dentro de razas determinadas existen ecotipos adaptados a condiciones ambientales especiales (Loveaux, 1969). Por lo tanto, cualquiera sea el sistema de cría que se use, estas variaciones genéticas deben ser tomadas en consideración a fin de asegurar la obtención de resultados óptimos. Para conservar estos diferentes “pools genéticos” se están tomando medidas en los diversos países con el objeto de mantener puras a las abejas locales (Avetisyan, 1973). Por consiguiente, resulta de gran importancia conocer cada vez mejor todo lo concerniente a razas geográficas y ecotipos de abejas.
ORIGEN DE LA ABEJA MELÍFERA DE OCCIDENTE
Mucho se ha discutido sobre el origen de la abeja melífera (Apis mellifera L. ). Debemos aceptar como un hecho consumado que las otras tres especies del género Apis viven en el sudeste de Asia. Dos de ellas, la pequeña abeja melífera Apis florea y la abeja melífera gigante Apis dorsata demuestran en cierto modo rasgos primitivos. Viven sobre un solo panal, al aire libre y la comunicación ente las obreras no es tan perfecta como lo es entre las de Apis mellifera (Lindauer, 1957); además poseen solamente la mitad de los cromosomas de nuestra abeja melífera (Deokikar y col., 1959). La tercer especie, apis cerana (o apis indica), se parece más a la Apis mellifera. Su cuerpo es bastante parecido; hacen su nido en huecos; construyen varios panales; y su forma de comunicación es en principio igual que en Apis mellifera (Lindauer, 1957). Su forma de vida le permite vivir en climas más fríos; se extendió desde los trópicos, cruzando China llegó hasta Siberia. Contrariamente a afirmaciones anteriores, no parece ser posible el cruzamiento entre Apis mellifera y Apis cerana (Maul y Ruttner, 1969). Ellas son dos especies separadas, aunque estrechamente emparentadas. Al igual que su hermana occidental, la abeja melífera oriental desarrolló varias razas distintas. Las razas del norte (Afganistán, Himalaya, China) son más grandes que las del sur (Ceilán, Indonesia).
Deodikar supone que A. Mellifera se desarrolló de la A. Cerana más primitiva en la región del Himalaya. Ya que la variedad de formas de Apis mellifera es desusadamente grande en las regiones entre la parte este del Mediterráneo y el Cáucaso, debe buscarse el centro de su origen en algún lugar del Cercano Oriente.
La abeja melífera oriental no produce colonias tan fuertes como la abeja occidental. Las colonias se mantienen, por consiguiente, en colmenas más pequeñas, en aquellos lugares donde se usan métodos modernos (Kapil, 1971). Debido a la menor producción de miel en países con clima templado, se reemplaza esta abeja con razas importadas de abeja melífera occidental (Afganistán, Japón y hasta cierto punto también de China). Como ambas especies comparten la misma atracción sexual y se efectúan cruzamientos que luego no tienen descendencia, es difícil mantenerlas en la misma zona.
Varios años de observación, también en ambientes comunes de vuelo, parece indicar que la Apis cerana prácticamente nunca es susceptible a infección de Nosema.
CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS DE LAS RAZAS DE ABEJAS
Antes de discutir las razas principales de abejas y sus características, deberíamos mencionar algunas características que se utilizan en la actualidad para distinguir entre las razas. Ruttner (1973) realizó un estudio más detallado. Aquí se mencionan algunas características que sólo cambian en pequeña medida bajo la influencia del medio ambiente y por lo tanto se mantienen plenamente en diferentes medios ecológicos.
La razas de abejas pueden distinguirse claramente por métodos biométricos. En los primeros años se usó casi exclusivamente el color para discriminar entre ellas. En el Continente Americano, donde no existen razas separadas, aún sigue válido. Sin embargo, como existen diversas razas “oscuras” y “amarillas”, esta característica no es suficiente. El criador de abejas experimentado puede distinguir las razas por su apariencia y comportamiento (Hermano Adam, 1966), pero para realizar una identificación clara se hacen necesarias mediciones más precisas. Desde hace muchos años se han venido usando una serie de caracteres morfológicos.
Tamaño. Las diferencias de tamaño entre razas resaltan a simple vista. Si se miden ciertas partes del cuerpo por separado (ancho del tórax y segmentos abdominales, largo de la lengua, patas y alas) se pueden determinar también, en forma objetiva, diferencias menores en tamaño.
 En Europa, la abeja oscura del norte es más larga que las razas sureñas (Carniolas, Italianas y Chipriotas).

Parece que las razas africanas fueran todas de dimensiones menores. Las diferencias en el tamaño del cuerpo también influyen en el tamaño de las celdas naturales (Albert, 1956); las razas más pequeñas construyen celdas más reducidas. Parece ser regla general, al menos en Europa, que las abejas más pequeñas tengan patas, alas y lenguas más largas en proporción al tamaño de sus cuerpos (Fig. 1) (Alpatov, 1948).
Color. El primer segmento dorsal del abdomen varía en color entre amarillo claro y completamente oscuro (Fig. 2); el escutelo también puede ser de color amarillo.
Es posible determinar un patrón típico promedio para cada raza de abejas. Pero se debería recalcar que la variabilidad de color dentro de una misma raza es mucho mayor en el país de origen de lo que creen la mayoría de los apicultores. El valor del color como uno de los caracteres distintivos, no debe sobrestimarse. No todas las abejas con marcas de color amarillo o marrón son híbridas. Mientras que estas marcas menos confiables se observan sin dificultad, en la práctica se juzga casi exclusivamente en base al color.
Además, y por la misma razón, pueden obtenerse en la selección resultados rápidos en base al color (p. Ej. Lingústica en los EE.UU.).
Largo de la lengua. Hay en las razas una diferencia de 1.7 mm entre los dos extremos de lenguas (Fig. 3), entre la abeja egipcia y la abeja caucásica; o sea aproximadamente 25% del largo total. Es ésta la única característica bajo discusión que tiene influencia directa sobre la cosecha de miel. Las razas con lengua larga pueden trabajar en el trébol rojo (las caucásicas, carniolas, e italianas); las razas con la lengua más corta son incapaces de hacerlo. La selección basada en el largo de la lengua es perfectamente viable (Goetze, 1956; Henriksen y Hammer, 1957).


Cubierta pilífera. Algunas razas tienen tomentos anchos y densos (“gris” en carniolas y caucásicas), mientras que en otras sólo tienen bandas angostas y dispersas (abejas oscuras), o prácticamente ninguna faja (abejas Tell) (Esta abeja se denomina científicamente A. M. Intermissa. Su habitaste halla en el norte de África. Aparte de algunas de las características arriba indicadas, hay otras que se utilizan para distinguir entre las razas. Estas incluyen el número de ganchos en las alas, el ancho del metatarso, la forma y tamaño de las glándulas cereras y la forma de las láminas quitinosas de los órganos sexuales masculinos (Válvulas del pene).
Los pelos que cubren el abdomen son largos (0,5 mm) en el caso de la abeja oscura y cortos (aproximadamente 0,3 mm) en la mayoría de las otras razas (Fig. 4).
 Los zánganos muestran grandes diferencias en el colorido de sus pelos; negro en la raza caucásicas, marrón oscuro que puede llegar al negro en las abejas oscuras del norte de Europa, gris, o gris tirando al castaño en las carniolas; y amarillo en las italianas (Goetze, 1930).
Nervaduras de las alas. En la taxonomía de la abeja melífera, las nervaduras (vasos sanguíneos) de las alas juegan un papel importante. La forma de ciertas células, su tamaño y proporción, como asimismo sus ángulos, demuestran numerosas diferencias características. El llamado índice cubital se usa con mucha frecuencia (Goetze, 1930). Esto se refiere a la proporción entre la línea b y línea a en la Fig. 5.


19 abril 2011

Galletitas de miel crocantes

Huevos  1
Carbonato de amonio  1 cdta. colmada
Polvo para Hornear  1 cdta. colmada
Miel  100 g.
Manteca  200 g.
Harina  400 g.
Almidón  De maíz 100 g.
Bicarbonato  De sodio 1/2 cdta.
Azúcar  Rubia 250 g.
En un bol batir la manteca con el azúcar rubia. Agregar el huevo y la miel. Por último incorporar los ingredientes secos tamizados y unir. Formar un cilindro de 5 cm de diámetro aproximadamente. Envolver en film autoadherente y llevar a la heladera hasta que esté frío y firme. Precalentar el horno temperatura baja (160º C). Cortar el cilindro en rodajas de 1/2 cm de espesor. Disponerlas sobre una placa. Con un tenedor marcar un cuadriculado en la superficie. Llevar al horno de 15 a 20 minutos. Retirar y dejar enfriar. Ojo!, cuiden que las galletitas no se doren mucho, para que no se vuelvan amargas.

17 abril 2011

¿Las abejas, centinelas del entorno ambiental?

Una técnica de control original, fácil de llevar a cabo y con grandes perspectivas es el estudio llevado a cabo en el valle industrial de la FENSCH en Moselle.El control ecológico del medio ambiente urbano e industrial necesita de técnicas cada vez más complejas y costosas. Los productos recolectados, pólenes, néctares, propóleos (resinas), cada uno tiene intereses específicos en el control del medio ambiente.
Trata del análisis de los productos de la colmena recolectados por la abeja en su biotopo, asociado a un estudio del comportamiento. Que mejor robot especializado, prolífico, fiable,biodegradable y de un coste irrisorio puede imaginarse para suplir la tarea fastidiosa y eternamente repetitiva de tomas de muestra en una superficie tan grande . Los productos recolectados, pólenes, néctares, propóleos (resinas), cada uno tiene intereses específicos en el control del medio ambiente.
Los pólenes son los marcadores de la flora melifera y anemófila. La realización de cartas botánicas es posible y necesaria. La variabilidad en el tiempo de los espectros polínicos reflejan con finura la transformación de la tipología floral local estudiada y permite anticipar daños severos en el medio ambiente.
Esta técnica detecta, en un estadio infra clínico, las anomalías del ecosistema vegetal, es decir, antes de que los daños sean irrevessibles por poluciones crónicas de origen industrial o urbano.
Los pólenes son, por su estructura físico-química, absorventes (y no aborventes) de polucionantes, sean hidrófilos o lipófilos. Los pólenes aportan también informaciones genéticas (seguimiento de plantas trasgénicas).
Las mieles son soluciones azucaradas complejas obtenidas del nectar trasformado por los órganos digestivos de la abeja. La miel conserva trazas infinitesimales de productos particularmente fitosanitarios encontrados por la abeja en sus lugares de pecoreo.
Los porpóleos, mezcla de resinas arborícolas y otras, son una importante fuente de pólenes anemófilos, además de resíduos minerales industriales, teritoriales y otros, transportados por los movimientos de la armósfera. La cera es un soporte orgánico excelente para perfumes, olores, productos liposolubles etc. De esta manera son estudiadas, desde el suelo hasta los 30 m de altura, todas las etapas de la flora.
Esta técnica, gracias a las avances en el laboratorio, detecta la presencia de los más variados polucionantes : minerales, metales pesados, productos químicos, orgánicos, criptogámicos, microbianos etc..
Si los caracoles son ya utilizados en estudios sobre polución de capas de terreno superficiales de suelos, la abeja es un nuevo recurso a elegir.
La colmena es un organismo vivo complejo y organizado muy sensible a numerosos polucionantes químicos en dosis extraordinariamente débiles, entre 2 a 3 ppm (partes por millón), como en el caso de insecticidas sistémicos.
La observación cuantificada por medios simples y atomatizados permite detectar perturbaciones de comportamientos que los métodos clásicos ni siquiera sospechan.
El conjunto de resultados ya obtenidos por esta aproximación original en el valle de la Fensch justifica su repetición. Después del departamento de la Moselle, ya está en curso de realización otro estudio en toda la Région Lorraine.
La buena voluntad de los apicultores, los pequeños productores son los actores de este estudio, confirma más que nunca su importancia y la necesidad ecológica de una apicultura de proximidad bien repartida sobre el conjunto del territorio. La apicultura de proximidad tiene efectos benéficos espectaculares sobre la polinización de la flora y la mejora de los rendimientos agrícolas.
Debe ser puesto de manifiesto su importancia porque su desaparición entrañaría a corto plazo un desastre ecológico terrible. Es la abeja un eficaz centinela ecológico ?
La validez de esta técnica y su interés para la vigilancia del medio ambiente son innegables. La facilidad de la puesta en práctica de este método, su pequeño coste y su sensibilidad, son sus mejores bazas. Todavía quedan por hacer indispensables estudios complementarios. Por: A. Becker

14 abril 2011

HELADO DE MIEL AL BRANDY

Preparación: 40 MINUTOS - Dificultad: MEDIA - Coste: MEDIO
 

Ingredientes para 4 personas
yema de huevo, 5 unidad
miel, 60 gramo
nata líquida, 3/4 taza
brandy, 1/3 centilitro
clara de huevo, 3 unidad
azúcar, 80 gramo

PREPARACIÓN:

Batir las yemas en un cuenco tamplado hasta que doblen su volumen. Incorporar la miel y continuar batiendo. Agregar el brandy poco a poco sin dejar de batir. Batir la nata hasta que esté cremosa y agregarla a la crema anterior. Montar las claras a punto de nieve e incorporarlas con cuidado, con movimientos envolventes a la crema del helado. Verter en una bandeja, preferiblemente mojada en agua fría y meter en el congelador hasta que esté cuajado. Conviene mover varias veces para que no se formen cristales. Servir troceado, sobre una salsa de frutas rojas, frambuesas, fresas...etc.

Cabrito a la miel

Esta es una receta que procede de la cocina mozárabe. Se puede emplear cordero o cabrito, pero lo importante es que sea de animal joven (lechal). La receta nos la manda María Bueno, del pueblo de Beires, en la Alpujarra almeriense, en donde este es un plato típico de la Navidad.
Ingredientes para 6 personas  2 piernas de cabrito o de cordero lechal
3 cebollas
6 dientes de ajo
2 hojas de laurel
1/2 cucharadita de pimienta blanca
1/2 cucharadita de pimentón rojo picante
1 vaso de vino blanco
1 vasito de vinagre de vino
4-5 hebras de azafrán
150 gramos de miel de romero
Aceite de oliva
Sal
Preparación Poner al fuego una cazuela de barro con el aceite y cuando esté caliente echar las cebollas y los ajos, todo picado muy fino. Cuando todo esté bien sofrito, echar la carne y darle unas vueltas, para que se doren, durante unos minutos. A continuación se echa el azafrán, el pimentón, el laurel, la sal y el vino. Se revuelve todo bien, baja el fuego y se deja hasta que la salsa se reduzca un poco. Rectificar de sal.
Encender el horno y cuando esté a 180º, introducir la cazuela y dejarla durante 35 a 40 minutos. Durante este tiempo, con una cuchara, ir rociando el cordero con la salsa, vigilando que esta no se reduzca demasiado, en cuyo caso se puede agregar un poco de agua caliente.
Unos minutos antes de sacar el cordero del horno, poner en un cazo la miel y el vinagre y mezclarlo todo bien, poner el cazo al fuego y removiendo constantemente, reducir un poco hasta que quede bien ligada y de consistencia melosa.
Rociar el cordero con la salsa y dejarlo en el horno unos 10 minutos mas.
Presentar en la misma cazuela.

MEDALLONES DE CORDERO CON MIEL

Preparación: 15 MINUTOS - Dificultad: MEDIA - Coste: ALTO
 
Ingredientes para 4 personas
chuleta de cordero lechal, 800 gramo
vino blanco seco, 1/2 taza
miel, 2 cucharada
hierbabuena, 3 hoja
sal, al gusto
pimienta negra molida, al gusto

PREPARACIÓN:

Lavar la carne y secarla con papel absorbente. Sacar los medallones de las chuletas, quitando los huesos y envolviendolos en su grasa. Salpimentarlos, untarlos con aceite; calentar una plancha o una sartén y hacerlos a fuego medio-fuerte, por ambas caras. Reservarlos. Añadir a la sartén la miel, la hierbabuena picada y remover con una cuchara de madera y el vino. Dejar cocer unos minutos. Servir la carne recién hecha con la salsa y la guarnición elegida (patatas fritas, verduras, etc.)

HELADO DE MIEL CON HOJALDRE


Preparación: - Dificultad: MEDIA - Coste: MEDIO
 

Ingredientes para 6 personas
miel, 1 taza
leche, 2 taza
nata líquida, 1 taza
yema de huevo, 3 unidad
hojaldre congelado, 250 gramo

PREPARACIÓN:

Mezclar la leche con la miel y calentarlo a fuego suave, removiendo con unas varillas. Deshacer 2 yemas en un cazo de fondo grueso y añadir poco a poco la miel con leche, sin para de remover. Acercar al fuego, y mantener hasta que espese (no parar de remover y no dejar que cueza para que las yemas no cuajen). Añadir la nata, batir y enfriar (pasar la crema a un cuenco y ponerlo al baño maría con hielo y agua). Dejar en el congelador varias horas batiendo varias veces para que no haga cristalitos (queda mucho mejor hacerlo en una sorbetera eléctrica). Descongelar el hojaldre, estirarlo un poco y cortar en rectángulos o cuadrados; pintarlos con la otra yema batida y hornear a 200ºC unos 12-15 minutos; abrirlos por la mitad y reservar. Repartir el helado sobre los hojaldres, taparlos y decorar al gusto; chocolate, almedras tostadas, etc.

MUSLO DE POLLO A LA MIEL C/UVAS AZAFRANADAS.


PROCESO DE ELABORACIÓN
INGREDIENTES
P/POLLO:
Deshuesar los dos muslos, salpimentar, pintar c/mezcla de miel, pimentón y aceite, llevar al horno a 180º hasta que la carne esté cocida.
P/SALSA DE MIEL:
En una cacerola mezclar 100 gr de miel, el jugo de 2 naranjas, los 100 cc de vino blanco. Llevar al fuego y reducir a la mitad, ajustar sal y pimienta
P/GUARNICION DE UVAS AZAFRANADAS:
Pelar las uvas y quitar las semillas, en una sartén colocar 50 gr manteca y la copa de oporto, cocinar 3 minutos, agregar las uvas y el azafrán, lo dejamos 1 –2 minutos, ajustar sabor si es necesario.

SERVICIO:
 Colocar en el centro el muslo c/la salsa de miel y en toda la circunferencia del plato las uvas azafranadas, decorar c/hojas de estragón o albahaca.

 

-          2 muslos de pollo
-          150 gr miel  
-          jugo de 2 naranjas
-          100 cc vino blanco
-          pimentón
-          sal, pimienta
-          100 gr uvas
-           1 dadito de azafrán
-          50 gr manteca
-          20 gr aceite
-          1 copa de oporto

PIERNA DE CERDO CON MIEL

Preparación: 2 HORAS - Dificultad: BAJA - Coste: MEDIO
 
Ingredientes para 6 personas
pierna de cerdo (con piel), 1500 gramo
clavo de olor, 15 unidad
manteca de cerdo, 3 cucharada
miel, 3 cucharada
jengibre molido, 1/3 cucharadita
canela en polvo, 1/2 cucharadita
sal, al gusto
pimienta negra molida, al gusto
vino dulce, 1 cucharada

PREPARACIÓN:

Lavar la carne y secarla con papel de cocina. Hacer unos cortes en la superficie, formando unos rombos, y en cada uno, pinchar un clavo. Salpimentar y poner unos pegotes de manteca por encima, e introducir en el horno precalentado, a temperatura media-alta (190ºC) unas 2 horas. Mezclar la miel con las especias y el vino; cuando la carne esté bien asada, sacarla del horno, untarla con esta mezcla y hornear unos minutos más para que se gratine. Servirla con puré de manzana y frutos secos.

Polen Reconvertido

Millones de años antes que el hombre habitara este planeta, las abejas descubrieron cómo frenar el reloj biológico. 
Para ello utilizaron como materia prima fundamental, el néctar de la juventud, que es el POLEN DE LAS FLORES...
...La misma que utilizamos para elaborar el ACEITE ESENCIAL DE POLEN.
¿Podemos tomarlo sin saber como actúa?
Casi interminable es la lista de reacciones físicas y otros fenómenos médicos que aún permanecen en el misterio. De las reacciones biológicas que despierta en el organismo la ingestión de los Aceites Esenciales de Polen, algunas manifestaciones son muy claras y están clínicamente documentadas. En este caso ante un producto que no tiene ninguna contraindicación, que puede ser tomado con cualquier medicación y que además no posee ningún grado de toxicidad, resultando totalmente evidentes y palpables sus beneficios, que recién ahora se están estudiando seriamente, pero que se viene aplicando hace miles de años.
Lo que puede inferirse de las observaciones clínicas, es que los Aceites Esenciales de Polen producen una estimulación de los procesos constructivos y liberadores de energía. Seguramente esto se produciría por una regulación y adecuación de los mecanismos más íntimos de la llamada cadena respiratoria. Lamentablemente el curso de esta investigación es largo y su costo millonario, pero esperamos que con los años podamos desentrañar en su totalidad el lugar y forma en que actúan estos Aceites Esenciales.
El Aceite de Polen es un concentrado de Aceites Esenciales de Polen, estos son los responsables de las acciones beneficiosas del Polen. Dichas acciones beneficiosas, conocidas desde épocas tan remotas como el Egipto de los Faraones, (en la tumba de Tutankamon se halló miel) se extienden a todas las patologías colaborando en algunas y mejorando en otras y proponiendo francamente a coadyuvar en el tratamiento de muchas de ellas.
Los Aceites Esenciales del Polen parecerían concentrar en sí todas las características de los aminoácidos, minerales y oligoelementos que posee el Polen, dado que si se analizan las acciones por separados de los 21 aminoácidos y otros componentes del Polen, todas ellas son exteriorizadas en las diversas patologías en que se han suministrado estos Aceites Esenciales.
Aquello de que un producto es mucho más que la suma de sus partes es absolutamente cierto en el concentrado de Aceites Esenciales de Polen. Como se sabe, el Polen es la gameta masculina de los vegetales superiores, es decir, de aquellos cuya supervivencia depende de una reproducción sexuada. Constituye por lo tanto la cumbre de la perfección biológica en cuanto reino vegetal se refiere. No es extraño entonces que estos mágicos granos de 2 micras de diámetro produzcan al ser consumidos una estimulación de procesos constructivos y liberadores de energía aún hoy día no desentrañados pero evidenciados empírica y clínicamente en forma contundente.
El ACEITE ESENCIAL DE POLEN es un alimento súper concentrado de origen natural y multifacética acción. Se manifiesta como una vigorosa fuente de energía que supera todo lo conocido en la materia y resulta un excelente alimento de reconocidas propiedades como apoyo orgánico. En su estructura molecular A.D.N. y A.R.N. se encierra su acción energizante.
La base central del Aceite de Polen y su velocidad de estímulo sobre diversas patologías disímiles, es explicada únicamente a través de la idea de energía concentrada Bioasimilable (la clave de la vida), sin respuesta antagónica y colateral.
Al ser una biocomposición de óleo de flores, cientos de veces más activa que en su estado natural, sin conservantes químicos, no produce complicaciones. Tampoco adicción ni reacciones negativas.
No se parece a nada de lo existente: por sus características múltiples, es un inespecífico súper adaptógeno alimenticio bioenergético natural revitalizante. Dada su conformación no selectiva, actúa en patologías disímiles, incentivando la división celular en condiciones normales. Sus notables respuestas se basan en la acción a nivel celular e incentivación inmunitaria, por lo que cumple una importante función en los mecanismos de defensa.
Sus propiedades logran que las células reciban energía de vida para que estén sanas y vigorosas.
En el Polen (simiente masculina de las flores) se demuestra que desde tiempos inmemoriales la abeja ha estado siempre al servicio del hombre, ya que son reconocidísimas sus virtudes al igual que la de los distintos tiempos un común denominador: las personas consumidoras del Polen común, retardaban su envejecimiento biológico y gozaban de buena salud, pero con limitaciones para las personas alérgicas.
Esto motivó a un selecto grupo de profesionales de primer nivel, y durante años, a la investigación y desarrollo de un tipo diferente de Polen; el resultado de este trabajo fue la obtención del Extracto a lo que CRINWAY dio en llamar "Polen Reconvertido", como marca registrada: un producto cientos de veces más activo que el Polen común y sin las complicaciones que éste presenta.
El Polen es llevado por la abeja a la colmena, se extrae del panal y es convertido mediante un meticuloso proceso de elaboración, en un extracto purificado de aceites esenciales, es decir, del principio o materia activa del mismo, potenciado cientos de veces.
Recomendado a personas expuestas a gran desgaste psicofísico: jóvenes deportistas, ejecutivos, profesionales, personas de la tercera edad y todos los que quieran más y mejor calidad de vida.
Excelente en cosmetología: mejorador de la piel, senos, párpados, glúteos, flaccidez, celulitis, detiene la caída del cabello e incentiva su crecimiento.
Efectos benéficos observados en relación a: elastización del sistema arterial venoso, pérdida de memoria, desgano, fatiga, cansancio, depresión, fenómenos del climaterio, stress, impotencia, Parkinson, petit-mal, asma, reuma, próstata, riñón, problemas cardíacos, diabetes, leucemia, anemias diversas, cáncer, esterilidad, inmunodepresión, esclerosis múltiple, hígado graso, pre-cirrosis, osteoporosis.
Contiene más de 110 complementos diferentes:
21 AMINOÁCIDOS, 8 esenciales para la vida;
VITAMINAS: A, C, D, E, H, B1, B2, B3, B6, Ácido Fólico, Niacinamida, Ácido Pantoténico;
MINERALES: Potasio, Vanadio, Azufre, Calcio, Zinc, Sodio, Magnesio, Manganeso, Hierro, Cobre, como Cloruros y Fosfatos;
ENZIMAS MÚLTIPLES: Invertasa, Diastasa, Inulosa, Catalasa;
ALCOHOLES ELEVADOS: Manitol, Dulcitol;
ACEITES ESENCIALES: Terpenos, Aldehídos, Estermetilantranilato, Ácidos Volátiles, Ácido Tánico;
PROTEÍNAS Y HORMONAS complejas y variadas.
Este complejo vitamínico es de origen vegetal, por lo tanto es hidrosoluble (NO ENGORDA).
Es un producto totalmente atóxico, no tiene conservantes, carece de complicaciones y no produce adicción. No se conocen contraindicaciones, a las dosis sugeridas es bien tolerado y no presenta efectos colaterales y secundarios.
Se tolera bien con vitaminas, minerales, antibióticos, cafeína, corticoides, pero se sugiere administrarlo por separado.
Se producen pequeñas partidas, dada la complejidad de elaboración de los Aceites aromáticos de Polen. Por esta razón no se distribuye en forma masiva. Se presenta en caja de 5 unidades bebibles de 10 ml. y en cajas de 5 unidades bebibles de 5 ml., cada unidad concentrada de óleos esenciales Polen, dinamizado en unidades de vidrio esterilizadas, envasado con total asepsia, garantizando una pureza total.
Se toma diluido en agua (½ vaso), jugos o té, antes o después del desayuno.
Se sugiere una unidad de Polen de 10 ml., bebida día a día o día por medio, durante un año. Esto produce en el organismo un efecto rejuvenecedor y cronológico y elastiza las arterias en ese lapso.
En todos los casos es dable observar una mejoría desde las primeras ingestas, de acuerdo a la patología y su cuadro.
Todo esto elaborado por la propia naturaleza, reordenado en concentración y pureza por la altamente sofisticada tecnología del hombre, perfeccionado, sin aditivos ni conservadores y al alcance de todos.

09 abril 2011

La varroa y su impacto sobre las abejas

Por: Bernardo Pestano de Gacicuba
Varroa mite, es un ácaro, conocido como varroa jacobsoni, es un ectoparásito de las abejas (parásito que vive en la superficie de otro organismo), se alimenta de los adultos y las larvas de las abejas. Puede acabar con una colmena en 6 a 18 meses.
Hoy es el más serio problema de los apicultores mundialmente. Ha sido distribuido alrededor del mundo en forma descontrolada y fue detectado en l987 en los Estados Unidos y sobre todo en California.

En 1991 en ese mismo estado las primeras pérdidas se reportaron y en 1992 en el área de Sacramento los apicultores reportaron daños que superaban el 50 % en sus colmenares.
Los antecesores de la varroa comenzaron sus ataques con la abeja Apis cerana, abeja del oriente (Asia) en la cual no constituía un serio problema.
Fue detectada en la Apis mellifera importada a occidente desde esas regiones en 1960.
En esta abeja ha ocasionado daños de envergadura como ya mencionamos anteriormente.
Abeja africana (Brasil)
Las abejas africanas (AHB) que son las Apis mellifera scutellata, fueron introducidas en el Nuevo Mundo en 1956, por un prominente genetista brasileño, cuyo objetivo era cruzar las abejas africanas que eran de alta producción en ambientes tropicales con abejas de origen europeo o con la Apis mellifera mellifera primeramente.
Las abejas europeas son más indefensas comparadas con las africanas. La idea era que con la combinación de ambas, obtener una súper abeja tropical.
Otros planes con la abeja africana y sus híbridos salieron torcidos y resultaron ser dominantes los genes de la feroz abeja africana.
De Brasil pasaron a Suramérica y a Norteamérica, desplazando las abejas europeas.
Se encuentran distribuidas en el sur de Texas, Nuevo México, Arizona y California
En la práctica son inaceptables, para usarlas transportándolas a las áreas de cultivos como polinizadoras, como se hace usualmente con las otras abejas comerciales en USA.
Están impedidas de tenerlas o ser usadas cerca de las áreas pobladas y también de las zonas ganaderas, porque existe una prohibición al respecto.
Ha sido un gran impacto a los apicultores de México, los cuales llevaban a Estados Unidos abejas para usarlas polinizando y las regresaban a México nuevamente.
Aparentemente la influencia de la abeja africana se ha detenido un poco, a medida que ha aumentado el ataque del ácaro de la varroa.
Se ha conocido que la varroa es controlable con el uso de aceites esenciales de muy baja toxicidad ; y por otro lado acabar con el ácaro de la varroa, resulta un freno en el control de la africanización de las abejas, ya que éstas son altamente sensibles al ataque del mismo.
De cierta forma es una coincidencia afortunada. Suerte a los apicultores, porque así volverán a la tranquilidad con la desaparición de ambas plagas, el día que esto se logre.

01 abril 2011

Cera de abeja: calidad e importancia para la apicultura

Por: Stefan Bogdanov Centro Suizo de Investigación Apícola
Con el apoyo de una presentación muy didáctica e ilustrada, Bogdanov explicó los conceptos básicos de la producción de cera por las abejas, ofreciendo algunos datos llamativos como que una escama de cera pesa alrededor de 0,0008 g y que para producir un kilo de necesitan aproximadamente una 15.000 abejas.
Otro apartado de interés en la conferencia fueron los factores a tener en cuenta para la producción de cera en calidad, destacando entre los citados: que el calentamiento a temperaturas muy elevadas puede dañar la cera y oscurecerla; los recipientes donde se calientan no pueden estar hecho de aluminio, acero zinc o cobre porque estos metales la tornan también más oscura; los panales con miel fermentada no se deben fundir para conservar el aroma propio de la cera; las esporas de Paenibacillus larvae (loque ameracana) no mueren con temperatura normal de procesado de ebullición(sólo se puede matar las esporas con calentamiento bajo presión a 1400hPa a 120º C durante 30 minutos); con aguas duras se pueden producir emulsiones aguacera; después de fundida la cera no es suficientemente pura, debe permanecer al ,menos durante una noche en baños de agua a 75-80ª C (decantando por la diferencia de densidad) y con posterior filtrado).
 El ponente ofreció algunos criterios de calidad para la cera: color amarillo o amarillo marronoso; consistencia que no se pegue al corte; punto de fusión entre 61-65ºC; densida 0,950-0,965; índice de refracción, 1440-1445; acidez, 18-23; esterificación 70-80; peróxido, al menos 8.
El aspecto con mayor énfasis fue la prevención de contaminantes en la cera. Bogdanov dijo que los principales contaminantes de la cera son los productos químicos utilizados por los apicultores, mientras la contaminación ambiental es mucho menos importante. Expuso los datos de un estudio realizado en Suiza buscando residuos de 96 pesticidas muy comunes y sólo se hallaron trazas. La cera se contamina, señaló, pues básicamente por la acaricidas lipófilos usados contra Varroa, en rangos que va desde los 0,5 a los 10 mg/Kg.
Los estudios de seguimiento realizados durante cinco años, le llevan a concluir que a concentración de acaricidas aumenta con el número de aplicaciones del producto (ejemplo fluvalinato) pero decrece muy lentamente cuando se deja de aplicar el acaricida (ej. Bromopropilato). La vida media de un acaricida en la cera es de cinco años, y el tiempo en desaparecer totalmente depende de la concentración inicial. Puso el ejemplo del bromopropilato que no se usa en Suiza desde 1991; y aunque desde entonces los niveles han ido disminuyendo, dijo, no bajarán de límite de detección actual (0,1 mg/Kg) hasta después de 2006.
Lamentó también que no existan límites máximos de residuos para la cera y apuntó que en la cera ecológica utilizada en Italia, Alemania o Suiza sólo se permiten máximos entre 0,1 y 1 mg/Kg dependiendo del acaricida, límites que, dijo, garantizan que los acaricidas no pasarán a la miel.
Otras sustancias como el paradiclorobenceno utilizado contra la pollilla y algunos protectores de la madera contaminan también la cera, comentó.
Finalmente señaló que el hecho de no utilizar acaricidas en Brasil, hace que su cera no esté contaminada y la demanda de este producto libtre de residuos esté creciendo a nivel mundial.
La parte final de su conferencia estuvo dedicada a los usos de la cera desde la antigüedad. En nuestra época, la cera de abejas tiene todavía diferentes destinos, aunque el principal es la elaboración de productos cosméticos. Otros son la fabricación de velas, su uso en pintura (batik), fabricación de gomas de máscara, etc.
La cera, comentó, tiene propiedades antibacterianas, aplicada sobre la piel mejora al elasticidad; la cera templada tiene aplicaciones en la inflamaciones musculares, nerviosa y de articulaciones.